En el universo de conflictos con los que una persona debe lidiar en su vida, los que se originan más allá de la medianera parecen ser los más molestos para los pilarenses. Al menos, lo suficientemente irritantes como para recurrir a ayuda externa para encontrar una solución.
Según el informe anual del área de Mediación Comunitaria, en 2012 se atendieron 5.900 personas y se iniciaron 668 legajos. De ellos, el 40% -268- se iniciaron por conflictos vecinales que involucran desde ruidos molestos, hasta árboles invasivos, incluyendo inconvenientes con animales y agresiones físicas. Los mismos problemas en 2011 alcanzaron el 35% de las consultas.
Dentro de los problemas que enfrentan a los habitantes de un mismo barrio, uno de cada tres corresponden a la categoría “convivencia vecinal”.
En diálogo con El Diario, la titular del área, Mirta González, aclaró que estos conflictos “tienen su origen en pequeñas acciones que al cabo del tiempo y luego de haberlas hablado se reiteran, percibiendo uno que su pedido no es considerado”. Así, continuó, “a través del tiempo se va erosionando la relación y un día aparece la gota que rebasa el vaso”.
Cualquiera sea el disparador, el pedido de mediación llega con una lista de cuestionamientos acumulados de tal forma que, como señalan desde el área, “la persona o familia que siempre estuvo –por ejemplo- cuando tuvieron una emergencia, pasa a ser un enemigo”.
El deterioro de la convivencia ocasionado por los ruidos molestos también se lleva buena parte de las consultas registradas en Mediación –un 18%- sobre todo por música a volúmenes muy altos o en horarios de descanso y un 17% involucraron temas de medianería.
“Los equipos con potentes parlantes, cuando llega el verano y un poco antes, son compañeros en una labor o simplemente en un momento de descanso colocándolos hacia fuera de la casa”, describió González y agregó que “es habitual detectar la creencia que si es fin de semana no hay reglas al respecto”.
Las mediaciones se realizan con personal idóneo. Las partes deben presentarse voluntariamente a la audiencia. En caso de llegar a buen puerto, se firma un acuerdo donde se establecen los compromisos de los involucrados.
En familia
Los problemas en el seno familiar ocupan el segundo lugar en las consultas en Mediación. Se presentaron 242 casos, un 36% del total.
En esta problemática, el 60% de los conflictos ingresados son por “alimentos y visitas” entre padres separados que llegan a las oficinas para ponerse de acuerdo de forma más o menos amistosa (antes de recurrir a la Justicia) en cuanto al régimen establecido para los hijos.
“Otro tema importante es la convivencia de familiares de distintas generaciones en un mismo terreno”, apuntaron desde el área, asegurando que la responsabilidad sobre el cuidado de personas mayores es uno de los principales disparadores de inconvenientes. En tanto que los temas vinculados con separaciones acapararon el 18% de las consultas del ámbito familiar, seguidas por los de convivencia; 13%.
Finalmente, la “temática contractual”, es decir, deudas que no se encuentran documentadas o de bajos montos, así como los reclamos por ocupación de terrenos son los conflictos sobresalientes del período 2012 que se llevaron el 23,6% de las consultas a nivel general. Asimismo, durante el año pasado se tomaron 1289 exposiciones civiles.
La incomunicación, la clave de los conflictos
“En un momento donde todos estamos sobre comunicados, el problema más grande es la incomunicación”, aseguró Mirta González, titular de Mediación Comunitaria.
“Tenemos muchísimas herramientas –agregó- para comunicarnos pero estamos solos, aislados, incapaces de comprender lo que le pasa al otro”.
Durante el 2012, entre los casos más resonantes en cuanto a conflictos entre vecinos atendidos en Mediación la funcionaria recuerda el más extremo, el de “un vecino que daba vueltas por el barrio buscando problemas para poder denunciarlos, con algunos por ruidos molestos, con otros por perros, recorría todas las áreas municipales denunciando”.
En este caso, si bien muchos de los conflictos llegaron a resolverse, otros llegaron a instancias judiciales. “Llegó a haber agresiones y muchos de los problemas llegaron a la Fiscalía”.
En cuanto al ámbito familiar, recordó el de “una pareja con 20 años de convivencia que llegaba a las audiencias dispuesta a separarse, pero cada vez que se sentaban empezaban las miradas de seducción y se iban de acá reconciliados, empezaban a acordarse de viejos momentos y se iban enamorados”.
Al tiempo regresaban dispuestos a separarse y el resultado, después del encuentro, volvía a repetirse. Finalmente, la pareja concretó la separación un año después, tras acordar una serie de cuestiones en las oficinas de Mediación.
Buenos resultados
De acuerdo a lo reflejado en el informe, en el 98,60% de los casos, las partes que se disponen a mediar alcanzan un acuerdo. En la mayoría de los casos, el mismo es de colaboración mutua y aunque no tiene alcance legal, deja sentado un precedente en caso de que el conflicto llegue a vías judiciales. No obstante, por tratarse de cuestiones relativamente menores generalmente no llegan a esas instancias.
5.900
Personas pasaron por las oficinas de Mediación en 2012