Todo merece ser estudiado y es imprescindible hacerlo

1 de diciembre de 2013 - 00:00

 


por Guillermo Calabrese*

Uno puede cocinar por intuición o siguiendo una receta al pie de la letra. Lo puede hacer y seguramente obtendrá un resultado más o menos aceptable.
Pero si uno pretende dedicarse profesionalmente a la gastronomía, no le queda otra alternativa que estudiar. Estudiar en serio y mucho. De esa manera va descubriendo que el ser gastronómico es una cosa y cocinar alguna que otra receta es otra, completamente diferente.
Al estudiar gastronomía se van descubriendo y aprendiendo técnicas, métodos, procesos y, por otro lado, la naturaleza y hasta la constitución química de los diferentes ingredientes comestibles. Justamente, al conocer esas características físico-químicas de los ingredientes, sabremos a qué técnica o método de cocción someterlo para sacarle el mejor rendimiento. Por otro lado y también muy importante, es aprender las posibles combinaciones entre los diferentes productos.

Colegio Gato Dumas
Ni hablar de todos los platos que conforman un menú. Un menú que está plantado cual tabla de ley dentro de un restaurante.
Un restaurante como modelo comercial, con sus recursos humanos, su decoración, su servicio, sus proveedores, mercaderías y hasta habilitaciones municipales. No es sencillo ser gastronómico y exitoso y es por eso que hay que estudiar y ser bien conducido durante ese proceso.
En una institución académica seria se le brindan al alumno, futuro profesional, las herramientas necesarias para que el día de mañana sea exitoso. Cuando un alumno acumula conocimientos y los practica adecuadamente se va formando y solidificando.
Luego de incorporar los contenidos puramente técnicos, comienza un maravilloso período de proceso creativo, adonde sin siquiera tocar los alimentos, uno se imagina y plasma sobre el papel las distintas recetas o combinaciones de alimentos, que, cuando se materializan, son exquisitas.
Lo mismo pasa con la pastelería, lo mismo pasa con la panadería, igual pasa con los vinos y bebidas. Todas ellas, ciencias complementarias y fundamentales a la cocina y a la gastronomía.
Todo merece ser estudiado y es imprescindible hacerlo para llegar a ser considerado un profesional en la materia. Como si eso fuera poco, es muy importante, también, saber que uno debe, además de estudiar, transformar su carácter, su forma de ser, para entonces convertirse en un profesional.
En Gato Dumas Colegio de Gastronomía lo venimos haciendo desde ya hace casi 15 años. Con toda seriedad y respeto, a cada uno de nuestros alumnos, considerados individuos, les entregamos herramientas y talentos para que se desarrollen y triunfen en el mercado laboral argentino y del mundo.
En este tiempo ya han egresado cerca de 10.000 alumnos que día a día movilizan la gastronomía y la industria de la hospitalidad. Lo seguiremos haciendo ya que es nuestro compromiso y misión impuesta desde que comenzamos a educar en el año 1998. n

*Director General Académico Colegio Gato Dumas (www.gatodumas.com)
 
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