Fueron estafados con la venta de terrenos y ahora serían desalojados

Pagaron 7 mil pesos por las tierras y construyeron sus viviendas. Pero un comerciante de la localidad reclamó ser el propietario y se niega a negociar. La Justicia ordenó que en 9 días sus casas sean derrumbadas.

2 de junio de 2012 - 00:00

Cinco familias del barrio Los Cachorros fueron estafadas hace ocho años con la venta de terrenos y ahora sus casas serían derrumbadas por una orden judicial.

Las cinco familias, que comparten dos predios de grandes dimensiones, presentaron el boleto de compra y venta por 7 mil pesos a un supuesto propietario de apellido Flores.

Seis años más tarde aparecieron los verdaderos dueños de los terrenos, que comenzaron una negociación que se truncó y ahora sólo les interesa recuperar sus terrenos, rechazando todas las ofertas económicas.

La fecha de desalojo es el 11 de junio a las 5 de la mañana, según la orden firmada por la titular del Juzgado Civil y Comercial Nº11 de San Isidro, Marta Mónica Capalbo.

Los vecinos aseguran que resistirán a la medida y adelantaron que cortaron la autopista Panamericana y se encadenarán frente al comercio de los propietarios que se niegan a negociar.

Son 25 las personas que conforman los cinco grupos familiares, entre los que predominan los menores de edad, que son 16.

“No somos un asentamiento, ni hay casillas en los terrenos, somos todos trabajadores y tenemos casas modestas, pero lindas y de dos plantas que las hicimos con mucho esfuerzo”, cuenta uno de los jefes de familia que vive allí, Amado Cáceres.

 

Historia

Según contaron las familias acusadas de usurpar las tierras, en 2004 llegó Flores con el ofrecimiento de los terrenos y ellos vieron la posibilidad de tener su propiedad.

“Eran terrenos inundables y los rellenamos”, contó Cáceres que hasta mostró las facturas de los camiones de tierra que compraron entre todos.

El propio Cáceres explicó que la sorpresa llegó en 2010, cuando una orden judicial les llegó dándoles aviso de que los propietarios habían iniciado acciones legales para recuperar esos terrenos.

Allí comenzó una negociación que pasó de 15 mil dólares iniciales a 30 mil y luego a más de 40 mil: “nosotros estábamos dispuestos a negociar, incluso pedimos el dinero a prestamistas y a nuestros jefes, pero los propietarios dieron marcha atrás y mientras hablábamos de un acuerdo y se realizaba un precontrato nos llegó la orden de desalojo”, detalló Cáceres.

Las casas, que serían demolidas, están ubicadas sobre la calle Luis Agote al 200, donde limitan los barrios Los Cachorros y De Vicenzo.

La preocupación de los vecinos crece y la fecha de desalojo se acerca: “vamos a resistir, nosotros compramos los terrenos de buena fe y fuimos estafados”, señaló con desesperación Cáceres.

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