“Un 30% de alumnos deserta antes del primer examen”

Lo reconoció Daniel Hortas, coordinador de la sede local de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. La deserción, las falencias en la escuela media y el rol de la universidad en la movilidad social.<br>

17 de junio de 2012 - 00:00

 

por Celeste Lafourcade

 

Algo más de dos años transcurrieron desde la inauguración de la mayor apuesta en materia de educación superior por parte del municipio: el desembarco de la Universidad de Buenos Aires en Pilar.

Con la Facultad de Ciencias Económicas ya transitando su tercer año, con 900 alumnos -400 de ellos ingresaron en 2012-, el coordinador de la sede local, Daniel Hortas, en una charla conEl Diario, analizó el presente de la facultad, el rol de la universidad en la comunidad y los motivos que llevan a desertar a casi el 50% de los chicos que se inscriben en una carrera universitaria.

 

 

- ¿La cantidad de alumnos que tiene hoy Económicas en Pilar se acerca a lo proyectado?

- Está de acuerdo a las proyecciones que teníamos y a la infraestructura que tiene la sede. El desarrollo es normal, ni explotó –por suerte, porque si no tendríamos problemas de capacidad- ni está mal. Está funcionando normalmente. Tiene el mismo nivel de deserción que tienen otras sedes de nuestra facultad, que es un tema sobre el que estamos trabajando en articulación con las escuelas medias.

 

 

- ¿Cuál es el nivel de deserción?

- En cuanto a la proporción, existe un 30% de alumnos que deserta antes del primer examen. Porque tiene otras obligaciones y quizás entendemos que sobre todo por cuestiones económicas, entre la alternativa de tener que elegir entre su trabajo y estudiar, quizás tenga que ceder el proyecto de la facultad porque se refleja que hay un amplio porcentaje de chicos que trabajan. Por otra parte, hay un 40 o el 50% que no abandona la carrera, sino que son alumnos regulares pero por una u otra cuestión van administrando sus tiempos de cursada.

 

 

- ¿El tema de la exigencia es una de las explicaciones para entenderlo?

- No, la exigencia académica es una constante y permanente en los estudios superiores y que por ciertas cuestiones hay una gran brecha entre la capacitación con la que salen los alumnos de la escuela media con respecto a la demanda académica que tiene la universidad. Y en ese aspecto es que estamos trabajando conjuntamente con la Municipalidad, con la secretaría de Cultura y con representantes de las jefaturas distritales de las escuelas medias, en profundizar esa necesaria adaptación que deben tener los chicos para poder cursar sin problemas. Esta no es una cuestión propia de Pilar. La problemática se da a nivel nacional.

 

- ¿Sigue siendo el Pellegrini una sede donde prevalecen los alumnos adultos que llegan para saldar deudas pendientes?

- El primer año de inicio de las actividades se denotó un gran porcentaje de alumnos adultos. Hoy es menor la demanda de adultos. De todas maneras, quizás el alumno adulto es más regular en cuanto a la asistencia porque tiene claro su objetivo y tiene claras las cuestiones de administrar los tiempos. Seguramente en la única asignatura que se anota va a seguir cursando tratando de aprobarla. En los adolescentes lo lógico es que se anoten en tres materias y traten de explotar al máximo toda esta oferta académica que se les da.

 

La universidad y la gente

Durante décadas la universidad pública fue quizás la mayor herramienta para propiciar movilidad social en la Argentina. Hoy, las estadísticas hablan de un porcentaje menor al 10% de alumnos de bajos recursos que logran finalizar sus estudios.

No obstante, hay un fenómeno que no ha dejado de darse. El de la interacción social entre distintos niveles socioeconómicos, algo que facilita la Universidad Pública y que se replica en el Pellegrini.

 

 

- Teniendo en cuenta el bajo porcentaje de gente de bajos recursos que se recibe ¿La universidad pública dejó de ser la herramienta principal de movilidad social?

- Fundamentalmente se da un factor espectacular en las universidades públicas que esa interacción entre personas de diferentes estratos sociales, culturales y económicos que están codo a codo cursando y acompañándose en su proyecto personal. Obviamente cada uno con sus limitaciones desde el punto de vista económico, sus responsabilidades, porque tienen que acompañar sus estudios con sus trabajos, con sus familias a cuestas, pero están relacionándose entre todos y ahí tenemos un factor de dinamismo social que se da permanentemente. Por otro lado, esta cuestión de que se le ha quitado a ciertos estratos de la sociedad el poder cursar una carrera universitaria tiene que ver con que los recursos para los individuos hoy en día son cada vez más escasos. Pero todo se puede. Todos tienen las capacidades desde el punto de vista intelectual para poder enfrentarlo, el tema tiene que ver con el proyecto que se proponga cada uno y el grado de responsabilidad y sacrificio que pretenda darle a su proyecto. A veces el problema está en la comunicación, mucha gente cree que tiene pocas posibilidades de seguir una carrera universitaria. Pasa por un problema de información, de saber que pueden encontrar en los estudios universitarios una única salida a su proyecto de vida.

 

 

- ¿Qué opinión le merece el ránking publicado en los últimos días que ubica a la UBA recién entre las 20 mejores universidades de Latinoamérica?

- Como primera medida desconozco las fuentes del ranking. De todas maneras, en Latinoamérica la UBA tiene una fuerte demanda de alumnos que vienen de distintos países limítrofes y que vienen acá a cursar sus estudios superiores. En cuanto a lo que es la especialización de las carreras de posgrado nosotros también tenemos una fuerte inserción en distintos países de Latinoamérica, Norteamérica y Europa. A Nivel nacional, de los siete Premios Nobel que tiene la Argentina cinco son de la UBA y no se cómo es la situación de las universidades de otros países. No se a qué responden las estadísticas ni cuál es su objetivo pero desde el punto de vista de la capacitación con la que salen los graduados, es indiscutible que mantiene excelente nivel profesional, académico y de investigación.

 

 

- De aquellos primeros ingresantes al Pellegrini ¿Con qué porcentaje de graduados ustedes se sentirían satisfechos?

- Sabemos que desde que inicia un alumno hasta que termina, aproximadamente el 40% egresan. El resto van cediendo a otros proyectos. Lograr que los alumnos de Pilar al igual que el resto de otras sedes egresen en un 33% estamos en la lógica de lo normal.

 

 

En conjunto
Trabajar desde el colegio

Con el objetivo de achicar las cifras de deserción universitaria y acortar la brecha académica entre el colegio y los estudios superiores, desde la sede del Pellegrini impulsan el programa Económicas + Vos en conjunto con escuelas medias locales.

“La idea es comenzar –explicó Hortas- a aplicarlo para que cuando los chicos lleguen a la universidad tengan superados una serie de obstáculos que se presentan por cuestiones de capacidad en cuanto a los conocimientos que vienen adquiridos en contraposición con la demanda que les exige la facultad, administración del tiempo, factores que muchas veces les complica un poco el hábitat en el que se tienen que insertar”.

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