Dos Argentinas en un mismo momento histórico se juntan –mejor dicho, se chocan- en esta novela de Martín Kohan, que relata la siniestra misión que se le asigna a un conscripto durante la última dictadura, más precisamente en 1978, mientras en el país se disputaba el Mundial de Fútbol. En todo momento la narrativa aborda esa sensación ambigua de terror y euforia, con el robo de bebés como fantasma omnipresente.