En el lavadero, sentado espero

24 de octubre de 2012 - 00:00

Apoyado contra un capó, con una bolsa de bizcochitos en mano, Darío charla con el comerciante vecino y espera. Desde hace largos cinco días y como tuvo que hacerlo durante buena parte del invierno, espera.

La lluvia, enemiga número uno del rubro, hizo que el trabajo en el lavadero de autos “Academia” ubicado en Ruta 8 a metros de Tratado del Pilar, mermara de manera inquietante.

Tanto, que hay días donde la presencia de un solo auto es motivo de festejo para los trabajadores del lugar. “La lluvia se siente mucho, tenemos días donde no entra un auto en todo el día”, afirmó el empleado, quien asegura que en jornadas normales el promedio se ubica en 20 vehículos, que pueden llegar a 30 durante los viernes y sábados.

“La gente no se anima a lavar el auto con este tiempo”, señaló Darío, con el recuerdo todavía fresco del mes de agosto último que no dudó en calificar como “de terror”, por los estragos que hizo la lluvia en la dinámica del negocio.

“No nos queda otra que esperar que salga el sol”, concluyó con resignación, aunque esperanzado en que el rayo de sol que asomaba tímidamente en el cielo le devuelva los clientes que el agua le arrebató.

 

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar