La Asociación de Protección al Consumidor (PAC) que encabeza el abogado y exintendente Sergio Bivort presentó al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza con el que busca establecer de forma obligatoria que todos los comercios y empresas de Pilar cuenten con un libro de quejas a mano de los clientes.
A falta de legislación a nivel general en este sentido, la iniciativa se propone replicar lo que ya existe en otras ciudades del país y que garantice que todos aquellos consumidores que quieran plasmar sus quejas y sugerencias en un negocio, puedan hacerlo de forma efectiva.
“La realidad es que hoy en día si una persona tiene algún problema con una empresa o un comercio depende de la buena voluntad del comercio de poder hacer efectivo este famoso derecho a la información que la ley de derecho del consumidor ha consagrado hace casi 20 años”, afirmó Bivort en diálogo con el programa radial Materia Prima (FM Plaza 92.1).
En este sentido, con su experiencia al frente de la asociación destinada a proteger a los consumidores, aseguró que “muchas veces se da la situación de que no se quieren recibir quejas por escrito en el propio comercio y eso dificulta mucho el trabajo”.
“Hay cuestiones –continuó- en las que la gente no puede ir hasta el correo, mandar una carta documento, perder tiempo, gastar dinero entonces muchas veces se ve truncada esa posibilidad”.
Proyecto
Lo que se proponen desde la Asociación es llenar el vacío que deja la falta de una ley nacional en este sentido. “Por eso hemos puesto sobre la mesa esta alternativa y esperamos evaluarla con el Concejo Deliberante”, anticipó el abogado.
Asimismo, convocó a la Dirección Municipal de Defensa del Consumidor a “aportar sus ideas” para enriquecer la ordenanza y “empezar a generar un camino”.
El proyecto establece también que el comercio implicado debe responder de forma obligatoria la inquietud de los clientes en un determinado plazo de tiempo. “Obliga a las empresas en tiempo y forma de responder por el reclamo recibido”, agregó Bivort.
Cabe destacar que el hecho de dejar asentada una queja formal en un comercio no solo es útil como forma de “descarga” por parte del cliente sino que puede constituirse como un antecedente a la hora de emprender acciones legales.
“Si el consumidor va con una nota dirigida a la empresa y la empresa accede a darle recibo obviamente que sirve como antecedente”, indicó el letrado aunque reconoció que en “la práctica la mayoría se niega a recibirla”.
Es por esto que la iniciativa se ocupa también de garantizar la respuesta por parte de las empresas involucradas. “En determinada cantidad de tiempo tiene que contestarle al domicilio del consumidor sobre la posición que adopta por el reclamo recibido”, explicó el exintendente.
Al mismo tiempo, subrayó el impacto que puede llegar a tener la normativa sobre todo en grandes empresas donde el diálogo con el cliente y las responsabilidades de los empleados terminan por licuarse en la gran estructura.
Así, con el proyecto ya presentado, desde la Asociación de Protección al Consumidor esperan poder ser citados por el HCD para explicar en profundidad el proyecto. “Queremos que sea lo más amplio posible el debate”, aseguraron.