El gobierno no avaló el cierre pero dice que la prioridad es la seguridad

Ante la reiteración de los robos, vecinos cercaron una arteria estratégica. El intendente señala que no autorizó la colocación del cerco. Pero que lo más importante es prevenir el delito.

8 de septiembre de 2011 - 00:00

 

El portón colocado por los vecinos en pos de la “seguridad”.

 

El controvertido cierre de una calle pública en el barrio Los Mirasoles de Pilar sigue generando polémica. Porque ayer el intendente Humberto Zúccaro, a través de su vocero de prensa, salió a aclarar que el Municipio jamás autorizó el bloqueo de Chillán, entre Chubut y Potosí, a escasos metros del acceso principal al country Mayling.

Sin embargo, el jefe comunal quiso dejar en claro que, si bien él no otorgó el visto bueno para que los vecinos de Los Mirasoles procedieran al cierre de calles para evitar robos, la “prioridad es la seguridad”.

De esta manera, el mandatario pilarense dejó entrever con que estaría de acuerdo con los cercos colocados en el barrio en cuestión para obstruir la circulación, dificultar el accionar de los delincuentes y facilitar el control que ejercen los custodios privados que prestan servicio en esa zona.

Según pudo reconstruir El Diario, un grupo de habitantes de Los Mirasoles se presentó en el palacio municipal semanas atrás y fue recibido por el secretario privado del intendente, Antonio Fasio, a quien le solicitaron autorización para cercar algunas calles del barrio como consecuencia de los frecuentes robos de los que eran víctimas.

Zúccaro, a través de su cercano colaborador, les sugirió que iniciaran un expediente en Mesa de Entradas para que el tema llegara a ser debatido por el Concejo Deliberante. Los vecinos accedieron a la sugerencia realizada por el jefe comunal pero, antes de que hubiese una resolución respecto del expediente, decidieron colocar primero un portón con cadenas y candados, y luego un alambrado, en Chillán a metros de Potosí.

 

Indignados

Esa obstrucción “ilegal” de una calle pública generó el reclamo indignado de otro grupo de vecinos que utilizan diariamente esa arteria para dirigirse a sus lugares de trabajo y que ahora, debido al bloqueo, deben realizar varias cuadras más caminando.

Concretamente, ese hecho controvertido genera, por ejemplo, que muchas personas que habitualmente transitan Chillán para atravesar Los Mirasoles y concurrir a trabajar al country Mayling -cuyo acceso principal se encuentra a metros del “cerco ilegal”- deban desviarse unos 800 metros para poder llegar a destino como consecuencia del premeditado bloqueo de la calle pública que dejó de serlo.

Pero ese no es el único cerco que cercena la libertad de transitar por Los Mirasoles. Porque también en la calle La Florida entre Charcas y La Colectora Este de la Panamericana, y en Charcas entre La Florida y Pichincha existen portones que permanecen abiertos durante el día y se cierran por las noches. 

El bloqueo afecta además a trabajadores del country Village ubicado sobre la calle Chubut y de algunos comercios que se extienden a lo largo de esa misma arteria entre la Panamericana y la ruta 25.

 

Encerrados

Para tratar de explicar lo que muchos consideran inexplicable (cerrar la circulación de calles públicas a todos los vecinos del distrito para preservar supuestamente la seguridad de unos pocos), los residentes del barrio Los Mirasoles que impulsaron el bloqueo ilegal argumentan que encerrándose entre cercos y portones le facilitarán la tarea de control y de vigilancia a los custodios privados que prestan servicio en el lugar.

Además, sostienen que el cierre de Chillán tiene que ver con que muchos de los que entran a cometer delitos a Los Mirasoles “llegan desde la zona de Villa Rosa”. Pero, no conformes con eso, el grupo que promueve la obstrucción de calles públicas sin autorización municipal pretende ir por más, vedando el ingreso al barrio de aquellos que vienen por Charcas desde el lado de Dos Rutas o Santa María, por ejemplo. 

Cabe destacar que el paisaje de Los Mirasoles se caracteriza por propiedades con grandes extensiones de terreno y de importantes valuaciones, que son utilizadas tanto como viviendas permanentes como residencias de fin de semana. En el barrio, también existen algunas garitas de vigilancia privada en los accesos al área residencial.


Reunión clave

Hasta tanto el Concejo Deliberante autorice o no la colocación de cercos en las calles públicas del barrio Los Mirasoles, el intendente Humberto Zúccaro propuso que se realice una reunión vecinal para acercar posiciones entre los que están de acuerdo con la colocación de los portones y alambrados y aquellos que se sienten perjudicados por las obstrucciones ilegales. El encuentro se produciría en lo que resta de esta semana.

 

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar