Palpitando una nueva visita del trovador cubano a la Argentina –vendrá en noviembre-, la recomendación de uno de sus mejores discos. Editado en 1978, sin arreglos ni músicos de apoyo, demuestra todo lo que puede lograr un hombre con una guitarra. Incluye clásicos como “Ojalá”, “Canción del elegido”, “Óleo de mujer con sombrero” y “La era está pariendo un corazón”.