Usar el doble apellido ya es común en provincia de Buenos Aires

  Se utiliza tanto en la inscripción de los recién nacidos como en mayores de edad que hacen el cambio voluntariamente. Ya se utiliza en más del 20% de los nacimientos. Es parte del derecho a la identidad.

10 de julio de 2011 - 00:00

 

El doble apellido ya se utiliza en el 20 por ciento de los casos de los recién nacidos.

 

 

El registro del doble apellido es una costumbre que va creciendo en la provincia de Buenos Aires con los bebés recién nacidos y los mayores de edad que ejercen voluntariamente ese derecho, según se informó oficialmente. 

Este uso se suma al doble apellido utilizado con frecuencia  por el peso de la tradición familiar e, incluso, históricamente como una forma de preservar su estatus frente al resto de la sociedad.

La ley habilita diversas vías para materializar el doble  apellido y, por un lado, el padre y la madre pueden dejar su sello al momento de inscribir al bebé poco después de su nacimiento, pero si no lo hicieran, tendrán la posibilidad de adicionarle el doble apellido durante toda su vida.

Las autoridades del Registro de las Personas bonaerense  informaron que más del 20% de los bebés y niños nacidos en la provincia llevan doble apellido.

Alberto Pérez, Jefe de Gabinete de la Provincia, recordó  que la identidad «es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano» y agregó que la Constitución «dispone en el artículo 12, que todas las personas en la Provincia gozan del derecho de conocer la identidad de origen y esto incluye el uso del doble apellido.

Juan Pablo Álvarez Echagüe, subsecretario del Gabinete  provincial, explicó que cuando se anota un recién nacido, «los padres deben hacerlo dentro de los 40 días hábiles posteriores al parto. El doble apellido es optativo y puede colocarse al momento de nacer o mucho tiempo después».

 

Ley

La Ley del Nombre determina que los progenitores tienen la total libertad de ponerle a la criatura el apellido del padre o de adicionarle el de la madre y pueden hacerlo directamente al momento de inscribirlo en el Registro de las Personas en el plazo establecido luego de su nacimiento.

Los apellidos que terminan transformándose en dobles son  aquellos que resultan más comunes o frecuentes como «Gómez», «Pérez», «Martínez», «Rodríguez» o «López», entre otros.

También, se usan cuando hay apellidos «comunes» o entre  ciudadanos extranjeros. Y crece la costumbre en padres concubinos porque algunos lo adicionan después, a través de un expediente, incluso con la mayoría de edad

Según datos del Registro Provincial de las Personas, durante el año 2010 hubo 287.363 nacimientos en territorio provincial y de ese total 57.472, o sea el 20%, fueron inscriptos oficialmente con doble apellido.

Pero, el año pasado también se produjeron en Buenos Aires unas 3.274 «adiciones» de apellido materno, que fueron concretados por los padres luego de la inscripción al nacer (hasta los 18 años del niño) o directamente lo realizó el interesado a alcanzar la mayoría de edad.

Una de la causas de este incremento también tiene que ver con los extranjeros residentes de América Latina, que usan por obligación o costumbre el doble apellido.

La ley nacional 18.248 que regula el uso de nombres  (sancionada en 1969) establece que «los hijos matrimoniales llevarán el primer apellido del padre».

«A pedido de los progenitores podrá inscribirse el apellido  compuesto del padre o agregarse el de la madre. Si el interesado deseara llevar el apellido compuesto del padre o el materno, podrá solicitarlo ante el Registro del Estado Civil desde los dieciocho años», determina la norma.

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