Un centenar de vecinos brindó su apoyo a la familia de Carla

Se acercaron con velas encendidas hasta la casa donde vivía la víctima. El papá de la chica pidió calma e instó a la comunidad a no tomar represalias por mano propia y a esperar el veredicto de la Justicia.

21 de junio de 2011 - 00:00

 

El padre de Carla Milens, la chica asesinada, recibe el abrazo de un vecino.

 

El dolor profundo, devastador e irreparable recibió ayer por la tarde, al menos por un instante, una bocanada de consuelo, apoyo y solidaridad. Porque, de manera espontánea, cerca de 100 vecinos de los barrios El Manantial, San Jorge y Carabassa se reunieron frente a la vivienda de la joven Carla Milens, encontrada brutalmente asesinada el pasado domingo 12 de junio, para brindarle acompañamiento a sus familiares en medio de este durísimo trance que deben atravesar, reclamar seguridad en la zona y exigir el esclarecimiento del incomprensible crimen.

En silencio y con velas encendidas en las manos, el centenar de personas llegó alrededor de las 15 del día feriado para hacerle saber a los padres y hermanos de la chica de 19 años que trabajaba en el Bingo Oasis del Kilómetro 50 de la Panamericana su respaldo frente a la dramática situación.

Un cartel pintado sobre una cartulina celeste que un chico portaba como estandarte resumía en la tarde soleada pero fresca el espíritu de la respetuosa  movilización vecinal: “Barrio Manantial ‘Dolido’. Estamos con la familia de Carla”.

Visiblemente turbado por el dolor, pero sin perder la cordura y la sensatez, Claudio Milens, el padre de la víctima, se dirigió a los presentes, rodeado por sus hijas, manifestó su gratitud por el gesto espontáneo de sus vecinos y realizó un llamado tendiente a no entrar en una psicosis generalizada y a no tomar represalias por mano propia contra las familias de los tres jóvenes detenidos –dos de ellos son hermanos- que posee el caso hasta tanto no existan certezas por parte de la Justicia. Cabe destacar que los imputados viven en el barrio y son conocidos por todos.

“Agradezco inmensamente este acompañamiento y todo el apoyo y les pido que no aportemos más locura a esta locura. El dolor que sentimos es infinito, pero no podemos hacer nada contra estas otras dos familias que también deben estar sufriendo por sus hijos porque no podemos asegurar que hayan tenido algo que ver con la muerte de Carla. Tenemos que esperar, ser pacientes y mantener la calma”, manifestó el papá de la joven hallada muerta en una vivienda abandonada –que fue demolida por el Municipio días después del crimen-, situada en un baldío cercano a su domicilio del barrio El Manantial.

Luego de las palabras del padre y de algunos de los presentes que manifestaron su solidaridad y su preocupación por los hechos de inseguridad que se registran en la zona, las alrededor de cien personas entre las que se encontraban algunos familiares de Carla, se unieron en una oración. Antes de retirarse, cada uno de los vecinos le brindó un abrazo y reiteradas palabras de apoyo al padre y a las hermanas de la chica asesinada. La mamá de la víctima, fuertemente golpeada por lo sucedido con una de sus hijas, no participó de la movilización y permaneció en el interior de su vivienda.

 

La causa

En el marco de la causa iniciada por el crimen de Carla Milens, dos adolescentes de 17 años y un mayor de 20 fueron detenidos el pasado miércoles por estar sospechados de haber participado del asesinato la chica de 19 años que fue interceptada por quienes la mataron a golpes en el momento que volvía de trabajar del Bingo Oasis.

Ese brutal hecho ocurrió en el barrio El Manantial y el cuerpo sin vida de la menor fue hallado en una construcción abandonada, en el lugar denominado por los vecinos como “bosque de los japoneses”.

Los imputados por el crimen viven en el mismo vecindario y serían conocidos de la zona. Dos de ellos son hermanos. Todos fueron aprehendidos en la madrugada del 15 de este mes en sus respectivos domicilios.

En los operativos policiales se secuestraron pruebas que los investigadores describieron como contundentes para la causa y muy comprometedoras para los detenidos. Entre ellas, prendas con manchas de sangre: dos camperas, dos gorras y un par de zapatillas.

Además, fueron secuestrados dos cuchillos tipo serrucho, quince celulares y autopartes de un vehículo que fue “cortado” en el lugar donde hallaron el cadáver de Carla.

Según fuentes de la investigación, la cartera con los elementos personales y el teléfono de la víctima aún no fueron encontrados, y se analiza si el celular de la joven se encuentra entre los aparatos incautados por la policía.

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