Profesor de karate de Unión de Derqui niega estar usurpando el lugar

Roberto Weber da clases y alquilaba un espacio. No hubo acuerdo en la renovación pero decidió quedarse. "Hace siete años que vivo en el club", se defendió.

12 de noviembre de 2011 - 00:00

El caso de la presunta usurpación en el Club Unión de Presidente Derqui tuvo un nuevo capítulo en las últimas horas, ya que el profesor de karate Roberto Weber, señalado como usurpador por el presidente de la entidad, Eduardo Curti, dio su versión a El Diario.

En su momento, Curti sostuvo que el profesor de karate del gimnasio “no quiso renovar el contrato y cuando se lo invitó a retirarse decidió ocuparlo para vivir con su familia, e inclusive rompió el paredón que da a la calle Toro para colocar una puerta y reabrirlo”. Todo eso derivó, hace meses, en un litigio legal, mientras que Weber aduce contar con “derechos adquiridos” para permanecer.

“Hace siete años que vivimos en el club con mi hijo y mi mujer, que ahora está embarazada”, comenzó Weber. “Yo hacía de casero de lunes a viernes de 8 a 23, cerraba el club, y cuidaba todo de noche”, agregó. Además, mostró el DNI de su hijo, con el domicilio del club, y recordó que la ex presidente del Unión, Isabel Magallanes, en 2008 le hizo un contrato por dos años de alquiler del gimnasio.

“Yo pagaba 500 pesos, pero cuando se venció -en 2010-, Curti me pidió mil, más el pago del consumo de electricidad. Le dije que eso era excesivo, que le daba un veinte por ciento más y que luego me aumentara por el INDEC, pero no quiso, y lo más raro fue que sólo consideraba otros seis meses”, relató el karateca y pastor evangelista, al tiempo que exhibió un documento de comodato por trabajo y vivienda de cuando aún Magallanes presidía al Unión.

¿Por qué su negativa a retirarse y, en todo caso, luego optar por un juicio laboral? “Porque no tengo otra vivienda y nadie iba a cuidar nuestras pertenencias si nos íbamos. Mi esposa está embarazada, fui asesorado legalmente y decidí permanecer”, respondió Weber. Luego, aseguró que Curti le alambró un ingreso lateral sin decírselo, “y una noche yo entraba con mi moto y me llevé por delante el alambre, me hirió en los ojos, pero si estaba un poco más bajo me degollaba”.

Las cosas fueron empeorando y Weber agregó que, para terminar el conflicto, le sugirió a Curti que le diera un sector nuevo y más amplio, “para tener más alumnos, pagarle lo que me pedía y a su vez alquilar una casita, pero se negó y entonces le dije que me hiciera juicio, porque yo no me iba a ir porque no tenía dónde”.

Luego dio otro fundamento por no haberle iniciado al Unión un juicio laboral y limitarse a una denuncia en la AFIP. “Hice un pedido de relación laboral ante la AFIP, y aún no obtuve respuesta; pero lo único que quiero es un acuerdo en buenos términos, estoy dispuesto a firmar un contrato por alquiler, pero no por seis meses porque es ilegal y, sobre todo, porque somos una familia que no puede quedar en la calle”.

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