Dos personas por día sufren lesiones por accidente en moto

En la mitad de los casos son heridas de consideración y en el 10 por ciento se trata de casos graves. Mueren entre 10 y 12 personas al año por el mismo motivo. Imprudencia y falta de controles.

9 de octubre de 2011 - 00:00

 

Los accidentes con moto crecieron un 10%. El 90% de los conductores no utiliza casco.

 

 

 

por Alejandro Benedetti

 

Son entre 10 y 12 las muertes por año en el distrito de Pilar por accidentes con motocicletas, mientras que las lesiones leves o medianas son entre una y dos por día. La dura estadística muestra un incremento del 10 por ciento con respecto al 2010, y del 20 con respecto a 2009.

Así lo subrayaron fuentes policiales que coinciden con autoridades sanitarias. Es que todo se relaciona con el auge de ventas de motos para jóvenes de entre 18 y 28 años. El hecho no debería contar con un resultado tan nefasto si respetasen las normas de tránsito y si, en particular, utilizaran el casco de uso obligatorio; y, sobre todo, si el Estado municipal tuviera una constante de controles que derivasen en severas multas y hasta el secuestro del rodado para los infractores.

Sábado primaveral, aproximadamente las cinco de la tarde, y tanto la calle Rivadavia de la ciudad de Pilar, como la Avenida de Mayo de Presidente Derqui, o la ruta 26 que lleva desde Panamericana hacia el centro de Del Viso, muestran el mismo cuadro: decenas y decenas de motos de alta, mediana y baja cilindrada.

El 80 por ciento de sus tripulantes sin el casco colocado o, en todo caso, casi como una burla, colgando del brazo. Sin embargo, lo peor sucede en algunas cuadras lejos de esos tres centros neurálgicos. Por ejemplo, los que en la ruta 26 de Del Viso superan a los automóviles por la derecha o zigzagueantes en el medio de una picada con otras motos. Los que en la muy transitada calle Alfaro de Derqui, que lleva hacia la estación de trenes del San Martín, circulan a contramano o sobre la vereda de las arterias que forman esquina con ella.

Luego está lo más peligroso y cotidiano: cruzan las barreras aunque el tren se esté aproximando. A su vez, algunos fines de semana llegan a Pilar unos 15 motoqueros para exhibir sus poderosas Harley Davidson. Se sabe que provienen de countries, y sus escenarios predilectos son dos: en Panamericana, desde puente Champagnat hasta el acceso al Parque Industrial y, ya de madrugada, desde el K50 hasta el 44 de Del Viso. En tanto, no faltan los que con motos más chicas se desafían en el camino de circunvalación, es decir, la Avenida Fragata La Argentina que une a las rutas 25 y 28.

“Son como un enjambre que ataca después de las cuatro de la tarde y muchas motitos son manejadas por chicos que no llegan a los 18 años”, dice una mujer de Derqui con su pierna enyesada luego de ser atropellada hace un mes, justamente, por uno de esos adolescentes. Luego están los que circulan de madrugada en motos con parlantes que esparcen música a todo volumen. “No respetan los semáforos, circulan por las veredas, levantan la velocidad al máximo, te pasan por la derecha, no usan casco, no se cuidan ellos y menos a los peatones, hay un fuerte deterioro educativo”, señaló un inspector de tránsito de la Municipalidad al tiempo que reconoce que los controles recaen generalmente en los automóviles “y mucho menos en las motos”.   

 

Leves y graves

“Generalmente tenemos un accidentado por moto todos los días, mientras que por cada viernes, sábado y domingo son dos respectivamente”, explicó el coordinador médico de la sala Derqui-Centro, Tomás Bordieu. Entonces sólo en Presidente Derqui hay más de 50 personas por mes que sufren lesiones leves o graves.

En promedio, ese número no debe ser lejano a los centros sanitarios de Pilar, Del Viso o Villa Rosa. “De esos casos, el 50 por ciento son lesiones leves con cortes en las piernas o brazos, luego hay un 40 por ciento con fracturas expuestas, y por último un 10 por ciento con lesiones graves como severos traumatismos de cráneo, u órganos vitales muy afectados por colisiones con automotores, postes de iluminación o árboles”, detalló Bordieu. Y nuevamente el profesional aportó el dato clave: “el 90 por ciento de los motociclistas accidentados que atendemos no tenían casco porque nadie los controla”.  

 

 

 

7

De las 32 víctimas fatales por accidentes de tránsito de este año, eran motociclistas.

 

 

En las rutas, más accidentes

 

Una estadística de la Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires indica que la mayoría de los siniestros sufridos por motociclistas se produce en las proximidades de los centros urbanos. En lo que toca al distrito de Pilar el 60% de los accidentes es en las rutas, más precisamente en tramos próximos a las distintas ciudades. Además, el mismo estudio detectó un incremento sensible en colisiones o accidentes de motociclistas en los últimos dos años: en el período 2007/2008, el porcentaje de siniestros en rutas era del 10%, pero ese indicador trepó al 21,5% en el período 2009/2010. 

 

 

Su compra no es obligatoria
Moto o casco, esa es la cuestión

 

 

 

Una motocicleta de hasta 150 de cilindrada hoy se consigue en el mercado a partir de unos 3 mil pesos de contado. Pero resulta que pagando 500, y con un plan inmediato de financiación se compra una de 100 cc., y se usa en escasas 48 horas. En tanto, un ciclomotor de 80 cc., se adquiere por 1.500 pesos. En todos los casos la velocidad moderada y casi segura, de 50 kilómetros por hora, es ampliamente superada por su motor. En cambio el tema de los cascos tiene dos aristas claras a la hora de las infracciones o, lo que es mucho peor, en accidentes graves o fatales.

Un casco básico, y de dudosa resistencia a los impactos, oscila entre los 250 y 350 pesos. Los más sólidos, y de mejor visibilidad, trepan desde los 400 hasta casi 1.000 pesos. En el caso de una familia tipo, al gasto de la flamante moto se debe sumar al de los yelmos que, con los más económicos no baja de otros 1.000 pesos entre el hombre, su mujer e hijo. Esa carga económica tiene un muy falso eje porque en el raro caso de que sean multados por carencia de casco, el importe del Tribunal de Faltas supera ese valor. En consecuencia llama poderosamente la atención que, ante las varias muertes de motociclistas, aún el Congreso de la Nación, ni la Legislatura bonaerense, hayan implementado una ley similar a la de los países escandinavos o de Canadá: las motos sólo se venden con el casco incluido. En nuestra provincia sólo hay una reglamentación que impide la carga de combustible si los motociclistas no están con el casco colocado. Obviamente, y en caso de que en alguna estación de servicio se lo exijan, se lo colocan segundos antes de llenar el tanque y luego se lo sacan.

 

 

 

 

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