El cobro de estacionamiento generó más recambio de vehículos en el centro.
Poco más de un año transcurrió desde la implementación del sistema de estacionamiento medido en el centro de Pilar y la medida que generó polémica antes de su puesta en marcha, hoy es calificada como positiva por los distintos actores que estuvieron involucrados en el debate. No obstante, en su mayoría coinciden en que la iniciativa no repercutió en el ordenamiento del tránsito.
Según cifras proporcionadas por la Dirección de Tránsito, en el primer año de estacionamiento medido se vendieron 560 mil tarjetas y se labraron por su incumplimiento unas 1631 actas de infracción, además de unas 3.500 advertencias.
“Si uno circula por el centro de Pilar se nota que se ordenó el estacionamiento, hay más intercambio de vehículos, antes había gente que estacionaba por varias horas”, opinó la titular del área, Adriana Castro, en diálogo con El Diario.
Al mismo tiempo, destacó que “la mayoría de la gente que viene por las infracciones alega desconocimiento de la medida, pero en general dicen que les parece positiva”.
En tanto que desde la Cámara de Comerciantes, Daniel Castro recordó que “desde el principio apoyamos la medida y el balance que hacen los comerciantes es altamente positivo”.
A medias
No obstante, el consenso desaparece cuando la discusión apunta a la implementación a raja tabla de la ordenanza, situación que hasta el momento no se cumplió. Es que el sistema sigue llevándose a cabo en un perímetro mucho menor al aprobado.
“He escuchado a los comerciantes pedir que se amplíe la zona para generar más espacios y que la gente se acerque a los comercios, por ejemplo la calle San Martín sólo tiene estacionamiento medido frente a la plaza”, señaló el titular de SCIPA.
Por su parte, el concejal oficialista Miguel Saric, impulsor del proyecto coincidió al afirmar que “yo insisto constantemente en que no se está aplicando el polígono determinado por las calles Alsina, Chacabuco, Estanislao López y Moreno”.
A su vez, aseguró que esto repercute negativamente en las cuadras donde el estacionamiento medido no está implementado: “genera más caos porque la gente busca estacionar en esas cuadras”.
Asimismo, el impacto alcanza también a los empresarios que apostaron a la medida. “Hay playas de estacionamiento que están vacías, eso es porque no se implementó como debía”, insistió Saric y arriesgó: “debo entender que es un tema político y que después del 24 de octubre se va a extender”.
Notablemente disgustado con la situación, el siempre polémico edil puso en duda el argumento esgrimido por los responsables del Ejecutivo: “dice que no alcanza el personal para toda la zona pero yo no lo convalido mucho. En Rivadavia en tres cuadras se pueden ver a veces cinco inspectores de tránsito, todos amontonados en un sector. No es que no se pueda, yo creo que hay desinterés”.
A pérdida
Otra arista del mismo reclamo es aquella que tiene que ver con el dinero obtenido por este concepto. Es que en el primer año la recaudación fue de 1.120.000 pesos (la tarjeta tiene un valor de 2 pesos), de los cuales el 30% fue para los comerciantes que venden los cartones –es decir 336.000-, por lo tanto el Municipio recibió unos 784.000 pesos.
Cabe recordar que el Municipio calculaba que por esta medida ingresarían a las arcas entre 1,5 y 2 millones de pesos al año. “Están perdiendo plata, unos 20 mil pesos por mes, al menos así fue en los primeros meses del año, por no llevar el estacionamiento a lugares previamente estipulados”, criticó Saric.
Según el edil, la recaudación mensual apenas alcanza para abarcar los gastos operativos y de personal. Sin embargo, si bien el concejal recordó que la iniciativa contemplaba la incorporación de unos 15 agentes de tránsito, desde dicha dirección aseguraron que son 8 los empleados afectados al estacionamiento medido (hay 42 inspectores en toda el área) y que de lo recaudado, las ganancias son destinadas al material para cartelería, indumentaria y señalización.