Soy diabética como alguno de ustedes, como muchos de ustedes, como el 8% de la población de nuestro país y del mundo. ¿Quién no tiene un pariente o amigo diabético? Enfermedad silenciosa, sigilosa, traicionera... y enfermedad crónica.
Es por su condición de silenciosa, que busqué un espacio para hablar de Diabetes. En mi experiencia como paciente hay dos elementos fundamentales: conocer de diabetes y estar motivado para llevar adelante el tratamiento a lo largo del tiempo... toda la vida. Porque insisto, es crónica. A los diabéticos se nos considera transgresores, negadores, desertores. Cuesta y mucho llevar adelante una enfermedad de por vida. “Si hacés el tratamiento, hacés la vida de una persona normal” suelen decir los médicos. “¿Qué es normal? Tener que ponerse insulina todos los días?” Me decía un diabético en consultorio con visible enojo.
Muchos diabéticos buscan grupos donde sentirse escuchados y motivados. Algunos deciden refugiarse en su entorno familiar. Otros pueden solos.
Pero hay una porción de pacientes que no puede o no sabe cómo hacerlo y es a ellos a quienes dedico estas líneas.
Espero poder hacerles algún aporte y generar cambios en su relación con la enfermedad. No va a ser fácil ni rápido pero podemos intentarlo.
*Psicóloga Social, paciente con diabetes tipo I hace 29 años.
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