Un ñandú en el predio de la granja. La polémica ya lleva más de dos años.
Vecinos de Manuel Alberti volvieron a hacer escuchar sus quejas en el Municipio a raíz de las molestias que les ocasiona la presencia de un mini zoológico particular radicado en una zona residencial de la localidad.
De acuerdo a una denuncia presentada ayer ante el gobierno, el emprendimiento cuya apertura al público fue prohibida en el 2008, sigue acumulando animales en su interior. Además, estaría promocionando su funcionamiento comercial para el próximo fin de semana largo.
La denuncia fue presentada por Guillermo Giménez Palesa, un vecino que tiene su casa pegada por los fondos con el fallido emprendimiento turístico.
“Ante reiterados reclamos efectuados en las distintas áreas que comprenden la coordinación de Inspecciones, nunca tuve resultados”, se queja el vecino en la nota presentada ayer. Y recuerda los expedientes iniciados en el Municipio y el Tribunal de Faltas desde el 2008.
La intención de aquellos reclamos así como del actual es la misma: “que se dé cumplimiento a las normativas emitidas por el Concejo Deliberante en la ordenanza 141/07, en la cual se desestima el uso conforme de suelo solicitada para habilitar la granja educativa o parque temático en cuestión”, señala el texto de la denuncia.
“Al no habilitarse dicho emprendimiento tendrían que haber desalojado los animales para que no contaminen con sus desechos las napas de agua. No sólo nunca lo hicieron, muy por el contrario, siguieron trayendo animales”, señala el denunciante.
¿Inauguración?
Según denuncia Giménez Palesa, en lugar de desmontar el lugar, “siguen haciendo trabajos para abrirlo al público en los próximos días”. Esto es así, sostiene, “de acuerdo a la publicidad que el dueño está haciendo en la zona en la que invita para el próximo 24 y 25 de de mayo”.
De esa manera, el vecino vuelve a solicitar el desalojo del predio y a denunciar que su reclamo está parado desde hace dos años en la Dirección de Coordinación de Inspecciones, que conduce Roberto Airoldi.
El propio denunciante describe la situación: “mi casa se ha llenado de ratas, moscas, olores nauseabundos. Es prácticamente imposible vivir de este modo. Por si esto fuera poco, queman los animales pequeños que van muriendo en un lugar pegado a mi terreno, hasta han enterrado una llama a menos de un metro del alambrado que divide las propiedades, teniendo que desenterrarla luego porque los perros que tienen sacaban parte de los huesos”.
En la nota, Giménez Palesa hace “responsables a las autoridades” por los problemas que le acarreen la falta de cumplimiento de la medida. Y recuerda la existencia de una denuncia penal contra el dueño de la granja, José Zuzzi, por amenazas.