Otra marcha en Derqui por el asesinato de un chico de 17 años

Mauricio Girardón fue muerto a puñaladas cuando salía de una fiesta. Los acusados del crimen están detenidos, pero sus familiares temen que queden libres por ser menores. Reclamaron más seguridad.

4 de febrero de 2010 - 00:00

Unas 200 personas, entre familiares y amigos, marcharon hasta el destacamento policial de Monterrey.

 

Al grito de “Mauri presente, ahora y siempre”, unas 200 personas marcharon en Presidente Derqui para pedir justicia por el homicidio del joven Mauricio Girardón. Al igual que en las siete marchas por Sandra Almirón (la docente asesinada hace dos meses), los manifestantes partieron de la estación del trenes del ferrocarril San Martín continuando por Eva Perón. Desde allí tomaron por la ruta 234 hasta Chacabuco, y de ahí hasta el destacamento policial de barrio Monterrey.

“Pedimos que los culpables y sus cómplices paguen por la muerte de Mauricio”, dijo una de las hermanas del fallecido mientas encabezaba la columna junto a la presidenta del Foro Vecinal de Seguridad, Julia Benítez.

Cuando la columna llegó a la seccional se hizo un minuto de silencio, se rezó, y se leyó un petitorio que después fue entregado al subcomisario Sergio Artigas, jefe del destacamento, quien estaba acompañado por el jefe de la Policía Distrital, inspector Ernesto Ortega, otros comisarios de la zona, y el Grupo de Apoyo Departamental (GAD).

En el petitorio presentado por los familiares del joven asesinado a puñaladas a la salida de una fiesta, el 16 de enero último (ver aparte), se exige mayor seguridad, mayor presencia policial y, sobre todo, “que los homicidas tengan la pena que se merecen ante la posibilidad de que, por ser menores, queden libres en poco tiempo”.

“La policía se está moviendo. Rápidamente evitaron que se fuguen, ahora necesitamos que se queden en la cárcel a cumplir la pena por matar a nuestro hermano. Vamos a esperar la respuesta del fiscal, y cuando veamos qué pasa actuaremos con nuevas marchas o alguna otra protesta”, aseguró una de las hermanas del muchacho asesinado.

A su vez indicó que “si hablás con cualquiera en Monterrey te dice lo que eran estos pibes, con todos tuvieron problemas, tienen varias causas abiertas, la misma policía nos decía que los tenían podridos”, aseguró la joven.

A su vez los familiares agradecieron la presencia de la titular del foro, y a las numerosas personas por la contención y solidaridad.

 

Qué pasó

Mauricio Girardón tenía 17 años, vivía en el barrio Monterrey y se ganaba la vida haciendo changas. El sábado 16 de enero fue a un cumpleaños en el barrio Rivera Villate con tres amigos.

En la madrugada del domingo, cuando ya todo había terminado, volvían a su hogar. Pero cuando habían caminado una cuadra se cruzaron con unos 30 individuos. Entre ellos estaban quienes lo asesinarían. Una pelea se desató sin sólidos motivos, y el joven fue apuñalado por primera vez. Al tratar de escapar fue perseguido y golpeado salvajemente por una parte de la patota, después se acercó el que le asestara el primer corte y le aplicó, en el suelo, el último puntazo que lo hirió de muerte.

Los atacantes huyeron corriendo, y el adolescente malherido se reincorporó para llegar hasta la casa de una de sus hermanas buscando auxilio, pero finalmente murió en el patio. Sus dos amigos también fueron heridos, pero alcanzaron a escapar de la horda y contaron los hechos convirtiéndose en testigos clave. “Los Melli”, como se conoce a los imputados, fueron detenidos horas después en un operativo conjunto de policías y gendarmes.

 

 

Tres movilizaciones en cinco días

Tres movilizaciones en cinco días se dieron en Pilar, todas con una misma raíz: la muerte de tres jóvenes. El viernes, unos 300 manifestantes marcharon por Derqui para pedir justicia por Sandra Almirón, la docente asesinada el 25 de noviembre último en el barrio La Alborada de esa localidad.

El lunes, fue el turno de los familiares de Mauricio Girardón, el muchacho de 17 años asesinado a puñaladas por una patota, cuando salía de una fiesta en Monterrey, el 16 de enero último. El martes último, familiares de Francisco Zapata, de 19 años, llegaron hasta el municipio y después hasta la fiscalía para pedir la inmediata detención de dos hombres de 24 y 28 años, acusados de matarlo de un tiro por la espalda, el 24 de enero Luis Lagomarsino, cuando intercedió por un amigo en una pelea.  

 

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