ENTREVISTA

“Para impartir justicia hay que tener empatía y sensibilidad”

Walter Saettone es titular del Juzgado de Garantías N°7. Fanático del rock y el fútbol, pertenece a una nueva generación del Poder Judicial. “Uno se conmueve frente al dolor del imputado y frente al dolor de la víctima”, afirma.

Por Redacción Pilar a Diario 5 de abril de 2020 - 07:57

“Me pasé toda la vida en la vereda, sentado en un escalón”, afirma Walter Saettone, titular del Juzgado de Garantías N°7 de Pilar y perteneciente a una generación de protagonistas del Poder Judicial que asumieron sus funciones antes de cumplir los 40, son vecinos del distrito e interactúan con los ciudadanos priorizando la cercanía.
No miente: el año pasado, durante el conflicto por el cierre de carreras en el ISDF N°51, se lo vio sentado en el suelo, dialogando con los alumnos durante las protestas.
Remera, jeans y zapatillas. En su oficina hay mate, guitarra, fotos de Perón y Evita y el escudo de su querido Huracán. Muy lejos de la figura de juez a la vieja usanza, Saettone, de 40 años, busca “aplicar la ley con sentido de justicia, teniendo empatía y sensibilidad”.
Su actividad comenzó en 1999, con 19 años, siendo estudiante de Derecho en la Universidad de Buenos Aires. “En ese momento, las personas que entraban a trabajar lo hacían gratis. Mi viejo no era judicial, no tenía ningún conocido. La crisis de 2001 fue terrible para mí –recuerda-, muchos amigos se fueron del país. Traté de sostener mis estudios como podía, vivía en Boulogne y viajaba en tren”. En ese entonces, solventaba sus gastos dando clases de guitarra. “Así me iba bancando los viáticos para ir a Tribunales y a la facultad”.

Proximidad
-¿Cómo se da la llegada a Pilar?
- Pasé por distintos juzgados hasta que me nombraron como empleado del Poder Judicial en 2003. Con el nombramiento ya estuve más tranquilo, porque si uno se maneja bien, puede ir haciendo carrera. Me iban buscando en otros lugares, hasta que fui secretario del Juzgado de Garantías Nº6 de Pilar, con el juez Nicolás Ceballos. Cuando se creó el Juzgado Nº7, en 2014, fui nombrado juez a los 33 años, jurando a los 34. Después de tanto sacrificio fue una satisfacción enorme.

Saettone viven Pilar desde 2007, varios años antes de su nombramiento. “Me vine a buscar verde, ya había nacido mi primera hija, y después se dio la casualidad de ser secretario del Juzgado”.

-¿Qué importancia tiene que un magistrado ejerza en su misma ciudad?
- Al ser secretario estaba pendiente de las situaciones que ocurren con la ley penal en el Partido, eso me dio panorama y concepción de territorio, una visión de Pilar. Ya Pilar es mi casa, es donde crecen mis hijos y desarrollo mi vida profesional y personal, hay un sentido de pertenencia.

-Forma parte de una nueva generación de la Justicia local, como Luis Angelini, Nicolás Ceballos, Paula Romeo, Raúl Casal…
- Sí, hay una cuestión generacional, sigo siendo relativamente joven para el ejercicio de la magistratura. Uno debe tener respeto de lo que dejaron las generaciones anteriores, que son muchas cosas positivas. Pero está claro que hoy el perfil de los magistrados ya es otro, más con esta justicia descentralizada, cuyo espíritu es tener un cuerpo de fiscales y jueces cerca de la gente. Antes, se impartía justicia para Pilar desde un edificio de San Isidro.

-¿Qué significa “hacer justicia con sensibilidad”?
- Trato de interpretar la ley con una idea de justicia, porque a veces se puede interpretar la ley y no ser justo. Creo que la idea de una justicia de proximidad es que se interprete bien la ley y se tenga sensibilidad al aplicarla. Sensibilidad para las víctimas y el imputado. En casos particulares uno se conmueve frente al dolor del imputado o frente al dolor de la víctima, sin perder la imparcialidad. Al conocer el territorio, sabemos que no hay situaciones iguales en Pilar, Villa Rosa, Del Viso o Derqui.

Modelo
-¿Cómo está posicionado Pilar en esta concepción de “Justicia de cercanía”?
- A mi modo de ver, Pilar tiene una Justicia acorde a las necesidades de su territorio, cosa que otras comunas no tienen. No solo por el promedio de edad sino también por ser vecinos del distrito. Si esto sigue de esta manera, puede ser un modelo de Justicia que se replicará a otras comunas, acá se trabaja de una manera muy distinta a lo que pude advertir en otros lugares.

-¿Cómo reaccionan los vecinos al llegar al Juzgado?
- El vecino se encuentra con un lugar que le brinda contención. Obviamente siempre habrá críticas y hay que escucharlas para mejorar, pero se busca una justicia de proximidad, que tenga cercanía. Me encanta que venga alguien con un problema y se encuentre con conocidos, con hijos de sus amigos, y que en esa situación de cercanía cuente lo que está viviendo. Después los encuentro en la verdulería o la carnicería y recuerdan cuando fueron bien atendidos en el Juzgado. 

-Poco parecido a lo que todavía existe en el imaginario popular…
- Los jueces debemos aggiornarnos a los contextos, el perfil del juez inaccesible prácticamente se está derribando. En Pilar, está derribado. Pero hay que seguir perfeccionando este modelo de Justicia para replicarlo en otros lugares. 

 

MIRADA

“A veces, lo que está mal es la ley”

Como juez de garantías, Walter Saettone debe controlar la legalidad de un proceso penal, así como definir prisiones preventivas, arrestos domiciliarios y demás acciones, analizando los pedidos de los fiscales de una causa.

- ¿Qué tan seguido deben tomarse decisiones impopulares, aunque estén ajustadas a lo que diga la ley?
- Muchas veces se cree que el juez resuelve mal, pero era lo que correspondía según la ley. Otras veces, lo que está mal es la ley y hay que modificarla. En 2015, apelando a una norma superior dicté una condena en una situación no punible que hoy sería considerada violencia de género y terminé recibiendo felicitaciones de la Corte, fue una alegría enorme.

-¿Falta educación sobre cuáles son las garantías constitucionales?
- Es muy difícil de comprender el principio de inocencia. Para la gente, a veces alguien es culpable, pero la Justicia tiene todo un proceso para declararlo o no culpable… Alguien es culpable cuando su sentencia queda firme. Hay que aplicar la ley con sentido de justicia, teniendo empatía y sensibilidad. Además, trabajamos apoyados en muchos otros conocimientos de otras personas: nos ayudan datos científicos, médicos, de ingeniería, mecánicos y demás.

-¿Cuesta que a veces se entiendan o acepten algunos fallos?
- Cuando no hay pruebas para imputar o condenar, no podemos aplicar lo que gente quiere creer, más allá de que uno entienda el dolor de una víctima o su familia, porque es entendible su descreimiento. Pero lo que parece impunidad es seguridad jurídica. La Justicia actúa con la razón y la lógica. 

 

 

“Al conocer el territorio, sabemos que no hay situaciones iguales en Pilar, Villa Rosa, Del Viso o Derqui”.
 

“Trato de interpretar la ley con una idea de justicia, porque a veces se puede interpretar la ley y no ser justo”.
 

“El perfil del juez inaccesible prácticamente se está derribando. Pero hay que seguir perfeccionando este modelo de Justicia para replicarlo en otros lugares".

 

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