En un contexto adverso para las ventas, una cadena de supermercados lanzó una iniciativa original con la idea de captar clientes: ChangoMás propone que, todos los días en el horario de 19 a 20, acudan a sus sucursales aquellas personas que buscan pareja, formal o casual.
Dicha estrategia estará vigente hasta fin de mes en sus 93 sucursales en todo el país, incluyendo la ubicada en Pilar. La campaña está inspirada en un fenómeno viral español conocido como “Tinder en el supermercado”, puesto en práctica por los clientes de la cadena ibérica Mercadona.
Bajo el lema “Encontrá mucho más que ofertas: encontrá el amor en el supermercado”, ChangoMás invita a los clientes a participar en una experiencia inédita, en que las góndolas no son las de Venecia sino las que contienen productos de todo tipo.
Además, la cadena confió algunos códigos para aquellos que quieran animarse a la consigna: por ejemplo, colocar una lata de ananá en el changuito significará que la persona está disponible.
A su vez, aquellos que añadan alfajores son considerados “personas dulces”; quienes coloquen una botella de vino demostrarán buscan algo serio; por el contrario, los que incluyan yerba están en busca de algo casual.
Changomas es gestionada por el grupo GDN, liderado por el empresario y exdiputado Francisco De Narváez, que adquirió los activos de la estadounidense Walmart.
En caída
La iniciativa llega en un momento de crisis e incertidumbre para el sector minorista. En este marco, las ventas en los supermercados bajaron 11,6% al término del primer semestre del año, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Esta baja se dio luego de que las ventas de junio estuvieran 7,3% por debajo de las de igual mes del año pasado, si bien permanecieron sin cambios en relación a mayo.
Para contrarrestar esta tendencia, las marcas están reforzando sus promociones y estableciendo alianzas con bancos y fintechs, escenario que incluye a los supermercados mayoristas: sin ir más lejos, días atrás la cadena mayorista Diarco implementó la opción de pagar con dólares “de cara chica” y viejos a un valor más alto que el blue.