Sobre la calle Caamaño, a 600 metros de Panamericana a la altura del kilómetro 46, una nueva apuesta inmobiliaria llega para proponer un concepto urbanístico diferente. Se trata de Distrito Zug, cuya primera etapa se inaugurará a fines de este año.
Sobre la calle Caamaño, a 600 metros de Panamericana a la altura del kilómetro 46, una nueva apuesta inmobiliaria llega para proponer un concepto urbanístico diferente. Se trata de Distrito Zug, cuya primera etapa se inaugurará a fines de este año.
El espacio comprende 5 hectáreas y cuenta con tres desarrollos integrados pero independientes, cada uno de ellos con unidades de viviendas y espacios comunes de similares características y diferentes dimensiones.
“Planteamos un concepto innovador”, afirma Ana Laura Callero, directora de inversiones de Cestta Equity, empresa desarrolladora del proyecto que se autodefine como “un barrio abierto a Pilar”.
El primer bloque de viviendas, denominado Zug Caamaño, estará apto para ser habitado en diciembre y ya se encuentra vendido en su totalidad. Se trata de 44 unidades de 1, 2 y 3 ambientes construidas sobre cuatro plantas, con cocheras subterráneas. El lugar cuenta con espacios verdes comunes, pileta y sitio de coworking.
En tanto que las cintas del segundo desarrollo, bautizado Zug Verdi, se cortarán en abril de 2023. En este caso, solo quedan dos unidades para la venta de las 36 construidas. Al igual que su antecesor, se trata de propiedades de 1 a 3 ambientes, con cocheras, SUM y piscina.
La niña bonita del emprendimiento es la llamada Zug Central, construida en 4 hectáreas que se extienden desde la calle Caamaño hasta el arroyo Burgueño. El sitio contará con casas apareadas de hasta 300 m2, departamentos y un gran parque central para el uso común con natatorio, gimnasio, SUM y espacio de coworking. La primera etapa ya se encuentra en fase de comercialización a un costo de u$s 1.350 el m2.
En este sentido, las unidades de mayores dimensiones (150 m2 cubiertos distribuidos en 4 ambientes y la misma cantidad de metros de jardín) cuestan 259 mil U$s. EL proyecto contempla la construcción de 268 unidades edificadas en etapas. La primera de ellas y más próxima incluye 14 casas y 30 departamentos.
“Tenemos una calidad constructiva muy superior al nivel de lo que está planteado en la zona”, aseguró Callero, para agregar que “los espacios verdes también son innovadores”, teniendo en cuenta que el sitio fue forestado con 130 árboles.
Integración
La elección del nombre Distrito para denominar el proyecto no resulta azarosa. “Cuando empezamos nos dimos cuenta que a la zona le faltaba un poco de amor urbanístico, por eso hablamos de distrito”, explicó la directiva, para agregar que “planeamos un nuevo eje urbano y hablamos de barrio abierto”.
Es que si bien el lugar estará perimetrado y el acceso será controlado por personal de seguridad privada, el planteo estético está en las antípodas de los grandes muros de hormigón que en general dividen a los barrios cerrados del resto de la ciudad.
“La idea es abrirnos, no cerrarnos, tanto que la gente no va a entender bien donde está el perímetro”, aseguró Callero.
En la misma línea conceptual, el emprendimiento realizó una serie de acciones en la zona en la que está enclavada, tal como la apertura de la calle Las Colinas, útil para descomprimir el tránsito en la zona.
“Vamos a crear sendas peatonales, bicisendas, mejoras en las calles laterales y vamos a abrir una calle pública peatonal que se va a llamar Las Tipas porque la forestamos con tipas que es una especie autóctona. Además vamos a desarrollar un retiro en el arroyo Burgueño”, adelantaron desde la firma que tiene a su cargo el proyecto.
“Queremos que haya una integración con el entorno y estas acciones de urbanización nos benefician a nosotros y también a la zona en general”, concluyeron.