En Pilar, el SUBE sólo se utiliza para el ferrocarril Belgrano Norte.
El Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE), que fue anunciado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 4 de febrero del año pasado, recién comenzaría a aplicarse en el transcurso de este mes en una de las líneas de colectivos que circula por el distrito.
Porque a casi 18 meses de que se conoció la medida que buscaba constituirse como una solución ante la escasez de monedas para las máquinas expendedoras, la línea 57 que une la terminal local con la Capital Federal se encuentra finalizando la instalación del sistema para que entre en vigencia en sus unidades en el transcurso de agosto, o a más tardar en septiembre.
En la actualidad, el único medio de transporte que circula por territorio pilarense y que cuenta ya con el mecanismo en funcionamiento en el ferrocarril Belgrano Norte, controlado por la empresa Ferrovías, que enlaza las estaciones de Villa Rosa, Del Viso y Manuel Alberti con Retiro. Además, la modalidad ya se encuentra operativa en el ferrocarril Urquiza y en sólo 6 líneas de ómnibus hasta el momento.
El SUBE comenzó a funcionar parcialmente en junio del 2009, una semana antes de las elecciones legislativas. El Gobierno usó el lanzamiento del tan esperado boleto electrónico para sumar puntos a la campaña de Néstor Kirchner. Entre junio y diciembre del año pasado, la Secretaría de Transporte repartió 700 mil plásticos inteligentes de los 5 millones que le compró a la alemana G&D. En el Gobierno culparon de las demoras a las cámaras que representan a los autotransportistas de pasajeros y a los concesionarios ferroviarios.
Según el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, los empresarios del sector pelearon por tener el control directo de la recaudación diaria de los boletos y entorpecieron la implementación del sistema. Finalmente, la discusión se resolvió en diciembre y las firmas de ómnibus aceptaron que Nación Servicios empezara a instalar máquinas validadoras en 1.360 colectivos de 15 compañías privadas.
Hace algunas semanas, Schiavi anunció que los vehículos de las líneas están en fase de instalación. “En dos meses se sumarán a los móviles que ya tienen en uso lectoras de tarjetas magnéticas, colectivos de las líneas 6, 12, 23, 28, 39, 57, 86, 88, 102, 129, 159, 151, 168, 194 y 195”, se informó mediante un comunicado oficial.
Plan de reactivación
A partir de ahora y hasta fin de año, el plan de Schiavi para descongelar el SUBE consiste en instalar cerca de dos mil equipos por mes en los 319 ómnibus restantes de los mil ramales que circulan en el área metropolitana. Una vez que se termine de equipar a los colectivos con 10 mil máquinas lectoras, se pasará a la segunda etapa: montar otras 7.500 validadoras en las estaciones de siete ferrocarriles.
El Gobierno corrigió varias veces los plazos de implementación que la Jefa de Estado le impuso al destituido secretario de Transporte Ricardo Jaime. Cuando se venció el primer plazo de tres meses, el ex funcionario aclaró que se trataba de días hábiles y extendió la fecha de vencimiento hasta fines de junio.
En la actualidad, el SUBE sólo funciona en el sistema privado de recarga Monedero, del Grupo Roggio (líneas de subte, ferrocarril Urquiza), en el Belgrano Norte y en los colectivos 5, 8, 20, 50, 61, 62 y 101.
Días atrás, Schiavi, junto al presidente del Banco Nación Juan Carlos Fabrega, dejaron habilitadas las nuevas instalaciones del SUBE.
“Hay más de 700 mil tarjetas SUBE funcionando en trenes, subtes y colectivos con la intención de abarcar la totalidad del sistema de transporte local. Esto va a generar comodidad al conseguir el pasaje, reduce los tiempos del pasajero y se tiene un mayor y mejor control de los medios de transporte”, dijo Fabrega.
En la nuevas instalaciones, el complejo de soluciones informático o backoffice estará integrado por los Centros de Procesamiento de Datos y la puesta en funcionamiento del software de monitoreo de infraestructura tecnológica y de comunicaciones de tipo “Clase Mundial”, además de un Call Center.
Alrededor de 120 personas están afectadas a las distintas tareas para la puesta en funcionamiento del SUBE, que deberán administrar cerca de 10 millones de transacciones diarias, según informaron en la Secretaría de Transporte.