¿Qué soplo de misterio envuelve el mes de octubre, qué cosas encierran esas siete letras? García Márquez lo simboliza con el dolor, con el dolor físico, y la espera, la espera en un imaginario octubre de esa carta que nunca llega en el "Coronel no tiene quién le escriba”. ¿Qué simbolismo nos quiere transmitir que siendo su significante octavo, ocupa el décimo lugar en nuestro calendario?... y si decimos décimo la suma nos da uno, o sea Alef, la primera letra del alfabeto judío, letra líder, letra fuerza, según los sabios, que representa también la presencia divina porque el nombre de Dios se escribe con esa letra.
Qué extraña magia contiene octubre, que un octubre de principios del siglo pasado aún recorre el mundo, y otro octubre, que aún nos duele, en el nombre de un Dios que no conocíamos perdimos la libertad.
En octubre nuestra Patria cobriza estalla en verdes, y los árboles se envuelven en colores, en octubre vuelven las mariposas vistiendo a la poesía con su ropaje de amor.
Y de hecho, no interesa que, al igual que el amor, su vida dure un día, dos o tres, esa extraña magia que une a dos seres es lo que importa, sortilegio que nos hace transmutar de simples orugas a arlequines con alas de mariposas y volar, volar en poesía en pos de la utopía.
Un octubre que nos dejó "consternados y rabiosos”, como dijo Benedetti, cuando un Hombre se convirtió en mito, en zarza ardiente que alimenta el sueño que aún nos sostiene.
"Yo no estuve allí, pero me contaron/tal vez no habría podido entender las palabras/tal vez no habría podido entender los discursos/pero sí las caras/tensas, armados de esperanza/pero sí las manos/crispadas en rojos fusiles/para hacer de octubre un canto/yo no estuve allí, pero me contaron/me contaron de otro octubre/cuando a paso de ganso/la peste negra mató a mis hermanos/y fue Varsovia, cubierta de espanto/yo no estuve allí, pero me contaron/me contaron de una plaza preñada de pueblo/de una mujer convertida en ardiente zarza/de sus manos delicadas y blancas/y del cáncer que ya la mataba/yo no estuve allí, pero estuve en otros/en muchos octubres, sin ser octubre/estuve en Rosario/estuve en Corrientes/estuve en Córdoba aquel veintinueve/estuve en la plaza /cuando convocaron/estuve en cada octubre que fue necesario/y hoy estoy aquí/para hacer de octubre/ la rosa y el canto”.- "Octubreando”, de la antología "Mariposas de Octubre”.-