“Toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”, afirmaba Calderón de la Barca. Sin embargo, muchos de ellos están para ser concretados, cumplidos, materializados. Es lo que ha hecho en los últimos tiempos Gabriela Berrios, artista plástica cuya obra recorrió varias de las salas más importantes del mundo, y que ahora reposará en un sitio de privilegio.
Mendocina de nacimiento pero radicada en Pilar desde hace alrededor de 20 años, la mujer cobró notoriedad en 2013, cuando fue seleccionada para exponer una de sus obras en la prestigiosa Bienal de Florencia, evento de repercusión mundial. Para viajar consiguió apoyo nada menos que de la multinacional Fiat.
Desde ese momento, todas fueron buenas, especialmente en las últimas semanas: a mediados de junio, en París formó parte de la muestra Art Shopping Le Carrousel du Louvre; y luego se trasladó a Austria, donde obtuvo el segundo puesto en el certamen “Spirit of art” -“Espíritu del arte”- del Museo de Arte Popular (Volkskunde Museum), en Viena.
Texturas
Profesora de Artes Plásticas y licenciada en Artes Visuales, graduada en la Universidad de Cuyo, Berrios trabajó durante casi una década con chicos con capacidades diferentes. Participó en exposiciones realizadas en varias ciudades del mundo, como Nueva York, y fue disertante en una gran cantidad de congresos. A su vez, en el distrito tiene su grupo de alumnos y en alguna ocasión formó parte del ya tradicional Concurso de Pintura TelViso.
En cuanto a su obra, en un principio fue meramente figurativa, para luego ir orientándose a las líneas curvas, los cuerpos redondeados y escenarios translúcidos.
A su vez, el color siempre está presente, así como un uso abundante de texturas de diversos materiales, como resinas o aceites. Es una constante simular la presencia de maderas, mármoles y vidrios a través de estas técnicas. Entre sus planes inmediatos se encuentran dar charlas en algunos colegios de Pilar e intentar participar del evento BADA (Boutique Directo de Artista), “si llego a tiempo”.
Trotamundos
Hasta Europa se dirigió con piezas de su serie “Mi sueño”, siempre fiel a su propio estilo. Además de las exposiciones y el galardón, se llevó una alegría extra: una de las obras será parte del Patrimonio Artístico Nacional, en la embajada argentina en Francia. El trámite demorará unos veinte días.
“Quedó allá la que expuse en el Louvre –comentó satisfecha-, junto a obras de Antonio Seguí, Pérez Celis, Josefina Robirosa…”. A su vez, en Viena fue seleccionada para participar con un total de 25 artistas de todo el mundo.
Berrios afirmó que las experiencias recientes “fueron muy fuertes, en el Louvre subía un par de pisos y había obras de Velázquez… No lo podía creer, hice una cola de cinco horas en Notre Dame para agradecer todo lo que me está pasando”.
Y recordó la frase que una anciana le dijo al contemplar su pintura: “Ese lugar me lleva al cielo y pronto estaré allí, gracias niña por mostrármelo…”.
2º
Premio obtuvo Gabriela Berrios en Viena, donde expuso junto a artistas de todo el mundo.
“Las experiencias recientes fueron muy fuertes, en el Louvre subía un par de pisos y había obras de Velázquez…”.
GABRIELA BERRIOS.