Juanpi Ferreyra cambia aplausos por la técnica

Se bajó de los escenarios para crecer en su carrera como arreglador. Asegura que no siente nostalgia y reivindica su rol.

26 de diciembre de 2013 - 00:00

Dice que se lo pidió el cuerpo y tan seguro está de su decisión que no hay, al menos en la charla, algún indicio de nostalgia. El guitarrista Juan Pablo Ferreyra canjeó hace seis meses los escenarios por los estudios de grabación, los aplausos por la técnica y se embarcó en la siempre exigente tarea de mejorar las composiciones ajenas, aportando y también creando, a su manera.

Sus años en la escena local de la que logró trascender tan pronto como pudo, a través de presentaciones en la Ciudad de Buenos Aires e incluso a nivel internacional, lo ubicaron como uno de los guitarristas más talentosos que aportó el semillero pilarense.

No obstante, su presente pasa por los arreglos, la docencia y la dirección musical. “Fue un año muy bueno, se editó un disco en el que trabajé como arreglador y director musical”, afirmó el músico en un somero balance del 2013.

La placa a la que hace referencia es “Hojas tienen mudanza” de la folklorista Silvia Juan Bennazar, donde también tuvo una participación en coros y guitarras.

 

Cirujano musical

 

El 2014 lo encontrará trabajando en los respectivos discos del folklorista local Claudio Sosa y de la compositora Cecilia Gauna y también en una sesión de vientos de Nicolás Sanucci, trabajos con los que espera cumplir su gran anhelo para el año que comienza: “afianzarme como arreglador”. 

Puesto a definir su meticulosa tarea, el guitarrista advierte que su función es la de “maquillar la música, prepararla para la salida”. “Es –resumió- tener en tus manos el sonido final, qué instrumentos para cada parte, la duración de la canción, es lo estructural y lo formal”.

Si de buscar una razón que explique su gusto por los arreglos se trata, el guitarrista recordó que “llegué por medio de la curiosidad que me generó el estudio y la necesidad de llevar ideas de la guitarra a otros instrumentos”.

En este sentido, aseguró que su labor implica “hacerte cargo de la banda, de a poco te vas convirtiendo en el director musical, vos tenés en la cabeza cómo suena”.

Para Ferreyra su actual ocupación, que se lleva gran parte de sus energías profesionales, no va en detrimento de su propia carrera como músico y de su faceta de compositor.

Muy por el contrario, desde lo creativo aclaró que “hago muchos aportes, hay varias melodías en los arreglos”.

 

Lejos

Fue en junio cuando tomó la determinación de bajarse temporalmente de los escenarios donde llegaba con composiciones propias y ajenas, siempre con la guitarra. “Necesitaba tener energía para otras cosas, me hacía falta tener tiempo para escribir, escuchar música”, explicó y aseguró que varias de sus metas se cumplieron en estos seis meses en los que “escribí, escuché y me dediqué a la docencia”.

En la órbita personal los frutos también fueron muchos. Días atrás se casó con la madre de sus dos hijas, que también figuran entre los motivos del elegido descanso. “Tengo dos nenas chicas –contó- y los chicos piden y necesitan tiempo, y aprovecho para darles eso”.

¿Se extraña la devolución y el abrazo del público en los escenarios? Ferreyra prefiere ser honesto aun a riesgo de ser “músicamente” incorrecto: “a mi me hacía falta parar, fue una especie de llamado del cuerpo y no dependo de estar tocando, esa es solo una de las caras de la música, ahora estoy en la de la construcción”.

 

La frase 

“Me hacía falta parar, fue una especie de llamado del cuerpo y no dependo de estar tocando, esa es solo una de las caras de la música”.  

 

El regreso a los escenarios 

Ningún adiós es para siempre y menos cuando apenas se traspasó la barrera de los 30. Es por esto que Juan Pablo Ferreyra ya planea su regreso al escenario a mediados del 2014, cuando se cumpla un año de su alejamiento.

“A mediados de año seguramente voy a estar presentando los discos de Cecilia Gauna y Claudio Sosa y canciones mías también”, reveló.

A su vez, adelantó que es cercana la posibilidad de editar un disco propio, quizás en formato digital. “Hacer un disco es ponerle un broche al trabajo que uno viene haciendo”, explicó. En el mismo sentido, anticipó que planea abrir sus presentaciones a otros mercados, más precisamente los que se generan en el interior del país. “Es difícil para los artistas independientes presentarse en la ciudad, hay pocos escenarios y los acuerdos económicos no siempre son rentables, de ahí la necesidad de volcarse al interior”, concluyó.

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