La noche del miércoles se llenó de tangos y boleros en Tinto y Soda, para recibir a una mujer que es más que reconocida en el campo de la actuación. Dueña de un estilo particular, de una fuerza que impone en cada papel que interpreta en cine y televisión, Rita Cortese demostró que con el canto no se queda atrás, y así lo manifestó con aplaudidos tangos y boleros.
En un rincón del lugar hay una mesa constituida por personas de quienes solo se puede esperar una noche especial. Entre ellos se encuentra el actor Juan José Camero, la diseñadora Adriana Constantini y las actrices Graciela Borges y Rita Cortese, quien en unos minutos va a compartir su voz ante los presentes, que hasta el momento la distinguen por ser una reconocida actriz.
Noche especial
Frente a los comensales, Graciela Borges presentó a la actriz devenida en cantante, Rita Cortese, y compartió algunas anécdotas vinculadas a cómo fueron forjando una gran amistad. Fue durante una filmación que las tuvo como compañeras por primera vez y que las enfrentó en una toma: “Ahí me encontré con unos ojos grandes como dos mundos”, explicó Borges sobre aquel primer contacto con Cortese. Luego de un almuerzo, se convertirían en compinches, al punto de compartir una velada de tango y boleros, juntas en Pilar.
“Graciela, para mí es un honor trabajar con vos”, respondió la cantante, que con sumo humor continuó: “Siempre hay algo que nos une, el vino”.
Luego de dedicarle Graciela Borges unas palabras al director y actor Leonardo Favio, recientemente fallecido, se dio inicio al concierto de Rita Cortese. Fue entonces momento de escuchar a la mujer que en el 2008 lanzaba su primer disco, titulado “El amor, ese loco berretín”, con el que obtendría el premio Gardel al Mejor Álbum de Nuevo Artista.
Su repertorio constó de clásicos del tango y algunos boleros, que fueron más que aplaudidos por el público, cuyas caras sorprendidas celebraron la faceta de cantante de Cortese. Pero luego de algunos solos, Graciela Borges se sumó al micrófono con el bolero “Si nos dejan” que, vaya paradoja del destino, el mejicano José Alfredo Jiménez compuso décadas atrás para que le pusiera su voz la actriz Columba Domínguez. Liberada de su etiqueta de actriz, en Pilar, Rita Cortese, dio la nota.
Una fórmula para triunfar
“Cantar, bailar y hacer un acto de actuación y de ser otra persona, o comunicar emociones, es algo elevado de verdad. Mucho mejor si es entre amigos”, explicó Graciela Borges una vez terminado el recital.
El gran cariño quedó demostrado sobre el escenario y junto a sus amigos. “La conozco de toda la vida, estoy muy feliz”, comentó sobre su amiga Rita Cortese.
“Estoy feliz porque estar al lado de Graciela para mí es una gloria siempre”, le devolvió la gentileza. Cortese, con su fuerte voz y su impronta sobre el escenario, aclaró a El Diario que “a lo que menos apelo es a la fuerza en la vida, me sale naturalmente, pero quisiera ser un poco más suave”.
De un encuentro esporádico por la tarde, surgió una mágica noche de actrices que por unos momentos, se vistieron de cantantes, en un papel que cada vez les sienta mejor. Así, juntas se presentarán el 8 de diciembre en Lomas de Zamora.