El frío tirita los huesos ¿me abrigo o ando en cueros? ¿Qué pasa, primavera? ¿Qué pasa tiempo verde y rojo? La tarde hace silencio entre las veredas detenidas, el sol apenas entibia las nubes más altas.
El sábado pasado fui testigo de algo grande, algo verdaderamente grande, una semilla arrojada al corazón profundo. ¿Brotará?
Tiene que ver con el dolor de haber fallado, con la tristeza de llegar hasta aquí en rojo. Pero como la vida vuelve a intentarnos cada día, como la mañana amanece porfiada y la respiración inflama los pulmones, como los ojos se abren para sorpresa del sueño y las palabras surgen, articulan anhelos, transmiten ríos y manantiales, como los pies desempolvan cansancios y caminan, y las manos acarician o caen sobre el teclado resonante, como todo esto pasa casi mecánicamente y el milagro se repite aunque reniegues, es que la semilla arrojada al corazón profundo, pacientemente colocada allí, florecerá.
Esa semilla llegó de la mano de Antonella, Alex, Graciela y Mónica, los tres primeros de Villa María, Córdoba, directo a Presidente Derqui sin escalas. Y llegaron a las 8 de la mañana y se fueron a las 18 hs., sólo para ser instrumentos útiles, alforja blanda, experiencia que se comparte.
“Campaña Un Trato x el Buen Trato”, ese fue el motivo de su visita, capacitar a unas cincuenta personas, referentes de doce organizaciones sociales y culturales de esta zona, que incluye Pilar, José C. Paz, Del Viso, Derqui, Sol y Verde y Moreno. Para que llevemos adelante esta nueva empresa, este nuevo desafío, esta oportunidad.
Y sin perder tiempo valioso, ya lo sumamos a la nueva jornada “+ Cultura + Expresión”, que se desarrollará el próximo 12 de noviembre, por segunda vez e incluye el segundo Festival de Teatro de Derqui, radio en vivo, caravana cultural en los barrios, espacio skaters y lluvia de poesías.
Nada es casual, un nuevo peldaño se agrega a la cultura inquietante y popular en que andamos, multitud de pibes se preparan para el encuentro con el otro, más de 2.000 personas fueron testigos el año pasado de este sueño, una comisión chica, de apenas tres o cuatro se multiplicó este año a más de cien.
Es increíble lo que está pasando amigos, redoblar el compromiso con la tarea, bien tratarnos, reforzar el contenido en cada actividad que se realiza, dar una vuelta de rosca cada vez, empezar de nuevo, fortalecer el vínculo con los compañeros de trabajo y con todos aquellos que nos rozan, en donde sea, un colectivo, una esquina, la misma calle donde se vive y el hogar de uno.
Tratarnos mejor, sin puteadas, con cortesía, respeto, pactar con nosotros mismos para recuperar ese descanso… ¿Qué les parece, hacemos un trato?