Buen humor y grandes músicos, la clave del Sexteto sobre el escenario.
En el tercer concierto del ciclo de Tango en Pilar Golf, el sábado último se presentó el Sexteto Mayor, conformado por Enrique Guerra en contrabajo, Mario Abramovich y Eduardo Walczak en violines, Fulvio Giraudoen piano, y Lautaro Greco y Horacio Romo, en bandoneones, este último, director del conjunto.
El grupo, creado hace 38 años por José Libertella, fue la primera agrupación argentina en ganar el Grammy latino, en 2003, y su actividad en gira lo han hecho el conjunto argentino de tango más conocido en el mundo.
En 1974 y en 1983 respectivamente, ingresaron al Sexteto los violinistas Mario Abramovich y Eduardo Walczak, ahora con juveniles 83 y 84 años, cabales ejemplos de que la pasión por la música no tiene edad.
“Sabor a Buenos Aires” fue el título de este encuentro imperdible con el Sexteto Mayor en Pilar Golf. Con excelentes arreglos, el grupo aborda un repertorio de tango instrumental que va desde los clásicos a los autores contemporáneos. Su incomparable sonido lo hace sonar como una orquesta.
Los músicos “nuevos” (Romo, Greco, Giraudo, Guerra) pueden competir en garra y calidad con sus pares históricos (Abramovich y Walczak), y el humor es la clave para esta maravillosa integración...
Romo le cede la palabra al “capitán” Abramovich, quien no duda en bromear sobre su edad y la de su colega de instrumento. “Se ha formado una pareja” dice, luego de la ovación que el público les brinda por su dúo en la famosísima “Desde el alma”; toda la platea ríe con estos excepcionales músicos.
Fueron antológicos los diálogos entre los bandoneones de Romo y Greco, la improvisada percusión del contrabajo de Guerra en la selección de milongas (finalizada con una sorprendente versión de “Los ejes de mi carreta” de Yupanqui), la ductilidad de los músicos para encarar tanto una selección de tangos de Gardel como el homenaje a Piazzolla con “Oblivion”, “La tangata rea”, “Invierno porteño”, “La muerte del ángel” (pasmosa exactitud en los glissandi de los violines) y “Adiós Nonino”.
Antes, habían pasado “Pasión y tango”, “Universo”, “París otoñal” de Libertella, “Gallo ciego” de Bardi. Párrafo aparte merece la actuación de Fulvio Giraudo, un pianista excepcional.
Como era de esperar vinieron los bises: una antológica “Canaro en París” (de Scarpino/Caldarella) y la ya comentada selección de milongas.
Lo que viene
El próximo concierto será el sábado 15 de octubre a las 20.30, con “Tinta Roja”, el concierto que brindará el violinista Pablo Agri y su cuarteto. Y finalizará el ciclo con “Comunidad”, con Rodolfo Mederos y Orquesta típica, el 12 de noviembre.