La actriz Milagros de la Vega actuó en la inauguración de la sala. En la foto, junto al autor de la nota, que colaboró con los peinados.
por Armando Mathias D’Auria
Hace hoy 36 años se inauguraba el teatro Lope de Vega, cuna de la cultura pilarense. La obra de construcción se inició en el año 1974, impulsada por el entonces director de Cultura, Ángel Alonso, durante la gestión comunal del Sr. Daniel A. Ponce de León.
Por aquel entonces se conformó una comisión ad-honorem constituida por Irma Zamarripa, Teresa López Herrero, Oscar Fiorito, Manuel Vázquez, Orlanda Almanza, Amelia Wideman, Cristina Pérez, Beto Orsini, Elsa Orsini y Antonio Almanza, entre otros. Después de la inauguración, esta comisión -Asociación Cultural de Pilar (ACUPIL)- siguió trabajando para la cultura sin descanso.
El Municipio destinó para la construcción del teatro el predio donde hasta ese momento funcionaba el Mercado Municipal San Cayetano.
La inauguración de la sala de espectáculos se llevó a cabo el 19 de octubre de 1975. Esa noche se presentó la obra “Israfel”, de Abelardo Castillo, dirigida por Ángel Alonso.
La obra se inspiró en la vida del creador de la narrativa fantástica, Edgard Allan Poe.
Participaron la Sra. Milagros de la Vega (Maria Clemn) y el primer actor Alfredo Iglesias (Georges Lippard).
Los actores locales que complementaban el elenco fueron: Jorge “Titi” Villar (Poe), Manuel Vázquez (Thomas Belling y Mr. Kennedy), Francisco Runco (Tabernero), Estéban Ourmañan (amigo), Félix Cassano (Tío Nilsson), Virginia Lombardo (Virginia Clemn), Alberto Cattán (Rufus Griswold y el Obrero), Patricia Caresi (Sra. Graham), Mabel Almanza (Doña Zenobia), Oscar Fernández (Escribiente), Andrés Moreira (cadete), Horacio Heit (marinero) y Martín H. Faure (Político).
Este elenco fue asistido por Oscar F. Corrales en escenografía; Raúl Wideman en luminotecnia; Héctor Mattar en sonido; Santiago Müller jefe de maquinistas; la utilería de casa Puig; Teresa en el maquillaje; Armando Mathias D’Auria y Oscar Villagra en peinados, pelucas y postizos; Mabel Almanza como ayudante de dirección.
El nombre
La denominación del teatro como “Lope de Vega” se debe al talento que caracterizó el siglo de oro trascendiendo todas las fronteras. Gracias a él, el teatro español afirmó su idiosincrasia, pletórica de la espontánea alegría de la invención escénica. Su rasgo mas perceptible estribó en recurrir a temas suministrados por el folclore, la religión, la historia, la literatura, etc. El motivo del honor ocupó el centro que en los trágicos griegos tenía el de la fatalidad.
Lope de Vega impuso varias cosas al teatro español aceptadas sin discusión por sus seguidores e imitadores. La primera fue la modificación del número de partes en que se dividían las piezas (jornadas, actos). Estableció tres fijos, cada uno de los cuales servía para desarrollar el argumento de modo lógico: exposición, nudo o crisis, y desenlace. Estipuló que el verso era la única forma idónea para expresar la trama, acomodando la marcha de la acción y los diálogos a la verificación corriente en su tiempo. Así se creó una literatura dramática por completo, distinta de la existente, que reflejo el temperamento español: inventiva inagotable, riqueza de los argumentos, situaciones ingeniosas, emoción y refinamiento de las pasiones.
La máscara
Las clásicas máscaras de la tragedia y la comedia griega fueron suplantadas en el teatro Lope de Vega por una de definidos caracteres americanos. En la representación se buscó el soporte simbólico que representara la voluntad que anima al teatro, y todo el vigor que expresa el drama y la comedia; al mismo tiempo, una cierta agresividad pese a la delicadeza de su composición. Es una audaz estilización geométrica de las máscaras griegas, pero utilizando los elementos autóctonos.
La máscara fue realizada por un escultor uruguayo.
El edificio
Una comisión integrada por destacados vecinos de Pilar creó la asociación ACUPIL (Asociación Cultural Pilar) presidida por la Sra. Teresa Carratalá. El objetivo primordial de la misma fue el de construir un teatro en la ciudad de Pilar.
En marzo de 1974, durante el gobierno del intendente Daniel Alberto “Beto” Ponce de León, dieron comienzo a la obra.
Para la construcción, utilizaron como base las instalaciones del antiguo mercado municipal “San Cayetano”, ubicado en Pedro Lagrave 725, ciudad de Pilar, provincia de Buenos Aires.
La obra estuvo dirigida por el arquitecto Arona y fue realizada por personal municipal. Su edificación demandó 18 meses.
El gobierno de la Provincia de Buenos Aires otorgó un subsidio; industriales y comerciantes del Partido de Pilar colaboraron con donaciones de materiales y fondos para la edificación.
Se refaccionó en los años ’80, durante la intendencia de Ricardo López Herrero. En el año 1993 se lo calefaccionó y en 1995 se le cambió el piso del escenario.
En los años 2004/5, se terminaron los camarines, y colocaron un barral para ser utilizado en las clases de danza. Se acicaló la entrada para recibir con todo esplendor sus primeros 30 años.
En un acto realizado el sábado 15 de octubre de 2005, las autoridades comunales impusieron el nombre a la sala teatral “Milagros de la Vega”.
Remodelación
Interés, acción y compromiso
Luego de más de 30 años, pese a la fuerza que aquellos hombres y mujeres hicieron por darle a la Ciudad del Pilar una sala teatral con letras mayúsculas, el paso del tiempo llevó a la misma a estar en condiciones paupérrimas: camarines destruidos, cielorraso del escenario de telgopor corroído, cabina de luces con una consola casera, una sala con los mismos elementos que cuando fue inaugurada.
Ante esta realidad, el intendente Dr. Humberto Zúccaro gestionó los medios para obtener los beneficios del Programa de Preservación de Obras Públicas de Arquitectura e Ingeniería, Decreto 132/04 de Provincia de Buenos Aires. A partir de ese momento comenzaron las tareas en la sala “Lope de Vega”.
El primer proyecto contemplaba mejoras en la zinguería, yesería y baños. En su segundo mandato apostó a más. Así se logró la remodelación total de los camarines, el cielorraso del escenario, incorporarle a éste el proscenio, instalar la puerta anti pánico, cambiar la alfombra de la sala y colocarle un bajo alfombra, realizar a nueva la sala de iluminación y sonido, equipar técnicamente dicho sector, realizar baños para personas con capacidades diferentes, mejorar el hall y la fachada colocándole a ésta una marquesina.
Todo esto fue posible por el compromiso de los gobiernos Provincial y Municipal, de las empresas de nuestra ciudad, de los comerciantes vecinos y amigos que aunaron esfuerzos en pos del “Teatro Municipal Lope de Vega”. La reinauguración se llevó a cabo el día 23 de febrero de 2008, a las 21.30.
