Siempre es bueno volver a Alejandro Urdapilleta, sobre todo en estos tiempos donde muchos parecemos necesitar un sacudón que rompa un poco con tanta IA y corrección política.
El grupo presentó “Arde Urda”, sobre textos del actor icono del under porteño. Entrelaza siete monólogos con muy sólidas actuaciones.
Siempre es bueno volver a Alejandro Urdapilleta, sobre todo en estos tiempos donde muchos parecemos necesitar un sacudón que rompa un poco con tanta IA y corrección política.
En el marco de los festejos por los 50 años del Teatro Ángel Alonso, el grupo Rozza Orzuzza presentó este viernes “Arde Urda”, siete monólogos del actor y escritor fallecido en 2013, dirigido por Hernán Deluca.
El trabajo se montó sobre textos del llamando “fuego del under” y representa un gran acierto ver cómo se van entrelazando entre ellos para configurar un historia única atravesada por la genialidad y el desborde que caracterizó la obra de Urda.
Así fueron pasando “La hija de la mucama”, interpretada por Pablo Romero; “La Paralítica” (Horacio Dann); “La Mamaní” (Agustín Ricca), “La Luna” (Julieta Fares), “Bebeto”, que oficia como una suerte de hilo conductor (Juan Godoy) y “Qué pasó?” (Deluca).
Es para destacar la solidez de cada una de las actuaciones, la puesta en escena y la iluminación que logran recrear el mundo de Urdapilleta y meterse rápidamente en el público que aplaudió varios minutos de pie.
Bravo por la apuesta de Rozza, quien siempre revistó la obra del actor y se animó a recrear su universo desde un costado más personal. Que se repita.
