La pilarense Belén Espinosa basa su obra en fotos encontradas en la vía pública. Reivindica al papel y afirma: “Hoy estamos a un click de que todo lo que almacenamos desaparezca”.
Belén Espinosa en una de sus muestras.
Un cumpleaños, vacaciones, una salida a un parque, un asado, un casamiento… Fotos que fueron descartadas, arrojadas a la basura pero son rescatadas por gente que ve en ellas una belleza implícita y la posibilidad de generar arte. Hace ya casi 10 años que la artista plástica pilarense Belén Espinosa basa su producción en imágenes “rescatadas” por ella, o bien por allegados que las encuentran y se las ceden.
Además, por estos días algunas de esas fotos forman parte de “Negativos encontrados”, muestra montada por Jimena Almarza en el Centro Cultural Kirchner que permanecerá hasta septiembre.
“Con los archivos fotográficos empecé en 2014 cuando estudiaba el profesorado de Artes Visuales –recuerda en diálogo con El Diario-, usando archivos de bancos de imágenes de Internet que usaba de referencia para pintar y armar obras”. Además, “en el último año tuve un proyecto en la materia de Grabado, que era armar un libro de artista y trabajé con la idea de álbum fotográfico con material familiar que estaba en casa y no había visto antes, fue como descubrirlo”.
Sin embargo, la epifanía sucedió un día cualquiera de 2015… “Estaba caminando por Capital y sobre Avenida del Libertador encontré unas bolsas explotadas de basura, pero se veían negativos en el suelo, anotaciones y tarjetas personales. Tuve la idea de quedarme con ese material, me lo llevé y fue como el primer momento”.
Así comenzó su trabajo con fotos descartadas por desconocidos y no tanto: “Se fue corriendo la bola y compañeros y amigos me empezaron a donar material”.
En este sentido, “tengo varios amigos que caminan bastante por Capital, quizás en Provincia no es tan común, pero allá es impresionante la cantidad de material que se tira. Así voy almacenando y armo mi acervo de imágenes, que ya es bastante grande”. Y añade: “Otros me dan su material familiar porque no les interesa tenerlo, no saben quiénes son los de las fotos y yo hago cosas y distintos proyectos con ellas”.
Instantes ajenos
En la actualidad, Belén es curadora del área de Cultura del Partido de Malvinas Argentinas. Además, en el Centro Cultural Federal de Pilar expuso en 2019 su muestra “El retorno”.
“Siempre trabajé con series –explica-, encarando un proyecto con determinados materiales e imágenes. Se fue convirtiendo en un lenguaje mío, la base de mi trabajo ya son los archivos fotográficos”.
Acerca del anonimato de los protagonistas, Espinosa indica que “me gusta jugar con no saber quiénes son las personas, no saber de ellas”. No obstante, “de aquel primer archivo que encontré en la calle en 2015, con los años pude dar con muchos datos de sus protagonistas, logré saber quiénes eran…”.
Reflexionando sobre sus tan particulares musas, Belén expresa que “trabajar con archivos descartados, que terminan siendo basura, me parece interesante para poder rescatarlos y ponerlos en valor. Trabajar con el papel, que es un material muy sensible, sobre todo hoy donde todo es digital y estamos a un click de que todo desaparezca…”.
Por eso, “pienso que a pesar de ser un material muy vulnerable, a veces llega a mí y termina permaneciendo más que todos esos archivos que almacenamos en nuestros aparatos”.
Sin embargo, luego de haber visto tantas fotos de todo tipo “hay algo que se va replicando. Cambia la forma pero miro imágenes de los años ’50, ’60 o ’70 y las de esta época y se parecen en que tratamos de conservar momentos para la posteridad. Esa necesidad de querer capturar un momento o a los seres queridos para siempre”.
El dato
La obra de Belén Espinosa puede verse en su cuenta de Instagram @ar.bolada.