Trabajadores de la fábrica de cerámicos ILVA, ubicada en el Parque Industrial de Pilar, bloquean el acceso a la planta en reclamo de salarios adeudados, informaron a El Diario operarios de la planta.
Trabajadores bloquean el acceso a ILVA. Reclaman por el pago de los días de huelga que descontó la empresa. Se quedarán hasta tener una respuesta.
Trabajadores de la fábrica de cerámicos ILVA, ubicada en el Parque Industrial de Pilar, bloquean el acceso a la planta en reclamo de salarios adeudados, informaron a El Diario operarios de la planta.
La medida se adoptó luego de que la empresa decidiera descontarles a los empleados los días de huelga de la semana anterior en el marco de la discusión paritaria. En ese panorama, aseguran que muchos trabajadores percibieron solo el salario de uno o dos días correspondientes a la última quincena.
“Vienen sin cerrar las paritarias del año pasado y cuando se peleó ese aumento, se decidió ir a huelga”, señaló uno de los trabajadores en diálogo con El Diario. Ahora, “en la quincena muchos van a cobrar de 2 a 3 días de los 15. Eso es hambre en serio”, describió.
A fines de julio, la Federación Obrera de la Cerámica (FOCRA) había lanzado un paro por 96 horas que también afectó a ILVA.
Desde el sindicato hicieron saber entonces que “esta lucha que viene desde hace ya unos meses” y aseguraron que “son los empresarios los mismos que han hecho que su salario se haya devaluado más de un 44 % en menos de medio año”.
El sindicato “ha decidido ponerle un alto a la intransigencia patronal, que solo quiere rebajarnos nuestros salarios que ya ha perdido drásticamente su poder de compra acompañado por las políticas de ajustes y tarifazos del actual gobierno, ni hablar de la Secretaria de Trabajo que brilla por su ausencia”, señaló el comunicado. Y apeló a la memoria de los trabajadores: “Te acordás cuando te decían que iban a mejorar tus ingresos, bueno quedaron como promesas de campaña”, aseguran.
Desde el sector empresario, aseguran que la caída en las ventas supera el 70% desde diciembre. Eso llevó a que empresas como la fábrica de sanitarios Ferrum despidiera a unos 100 trabajadores y suspendiera a casi todos los demás. También la ladrillera Fara apagó su horno y licenció al personal con un recorte salarial superior al 25%.