Más voces contra la pirotecnia

El grupo TGD Red Pilar se sumó a la toma de conciencia sobre los efectos negativos de los estruendos en chicos autistas. Deben refugiarse antes de la medianoche.

24 de diciembre de 2014 - 00:00

Esta será una de las dos noches del año que más sufran los padres con hijos con autismo. Cerca de la medianoche, muchos de ellos dejarán de disfrutar de la noche al aire libre, propicio para esta época del año, para recibir la Navidad dentro del hogar, precisamente en un lugar aislado del exterior.

Se trata de padres que, conocedores de los efectos negativos que provocan las explosiones en la conducta de sus hijos autistas, se sumaron al pedido que realizó Marcos Goldschmidt a través de las redes sociales y la plataforma Change.org, para proteger a su hijo Ezequiel de la pirotecnia. (Ver “Campaña”)

“Juanse grita y empieza a taparse los oídos, a veces se golpea la cabeza. Nunca sabés qué cantidad de cohetes, a qué hora van a empezar. Es algo que nosotros no podemos manejar”, contó Maira Gutiérrez, madre del chiquito de 7 años y medio. “Cerca de las 12 menos 10, cuando ya empezamos a escuchar que empieza el bombardeo, nos vamos para adentro y es lo que generalmente hacen todas las familias”, continuó la mujer que integra el grupo TGD Red Pilar.

Como ella, Paula Porrés también se refirió a los preparativos de la noche que debería ser de festejos, pero que los encuentra refugiados para proteger a Santino, a punto de cumplir los 10 años. “Antes del horario de brindar nos tenemos que ir adentro, a un cuarto, cerrar las ventanas para que no escuche tan fuerte”, también ilustró la previa de las explosiones, aunque agregó que a esa edad el chiquito ya deja que su madre le tape los oídos con sus manos.

 

En guerra

Porrés, psicóloga de profesión y también miembro de la red pilarense, explicó que se trata de un problema de integración sensorial: “Estos nenes, reciben estímulos que no saben cómo decodificar, es demasiada información para el cerebro”. A su vez, hizo hincapié en un comparativo de lo que perciben y sienten durante las explosiones: “Es como si estuviesen en un bombardeo, en una guerra. No saben lo que pasa. Empiezan a llorar, se angustian, algunos muerden, se arañan y quieren salir de ahí”.

Asimismo, Federico Rosso, señaló que no todos los casos son similares y que por ejemplo, su hijo no lo sufre tanto como los demás, “pero cuando tiran uno cerca, sí”, señaló.

 

Campaña

La campaña que los miembros del grupo TGD Red Pilar llevaron a cabo en las redes sociales no tuvo tanta notoriedad, ya que devino de una movida masiva de un grupo porteño de padres con hijos con autismo. Si bien fueron conscientes que se arrancó tarde con el tema, adelantaron que el próximo año la iniciarán con anticipación para disminuir el uso de la pirotecnia explosiva.

Sin embargo, en los últimos días, la preocupación por los chicos con autismo ante los festejos con pirotecnia, resonó muy fuerte gracias al pedido de Marcos Goldschmidt, un padre que desesperado por el estado en el que se pone su hijo de 17 años ante dichos estímulos, inició una petición en el sitio Change.org dirigida a la comisión de Familia, Niñez y Adolescencia del Senado Nacional y a su presidente Felipe Solá. La campaña ya ha logrado más de 68 mil adeptos.

  Petición

http://chn.ge/1CxiRY2

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar