Crece la cantidad de perros callejeros y piden más castraciones

En el Municipio se harían unas 15 por día. Pero proteccionistas afirman que se necesitan muchas más. El Estado pide responsabilidad a la gente para que no abandone a las mascotas.

24 de junio de 2012 - 00:00

Cualquier vecino que recorra el distrito, sus calles y rutas, notará la gran cantidad de perros callejeros que deambulan día a día. Con el objetivo de reducir gradualmente la cantidad de ejemplares sin dueño, un grupo de vecinos solicitó al Municipio que intensifique los trabajos de esterilización, entre otras acciones.

En la mañana de ayer, Estela Guerrero, una de las vecinas que está conformando una nueva red protectora de animales, dialogó con el programa Los Infiltrados (FM Plaza 92.1) indicando que “el problema es que en Pilar hay abundante cantidad de perros callejeros, es algo que se está saliendo de control”.

La mujer señaló que los proteccionistas de Pilar “nos hacemos cargo de lo que debería hacer el Municipio, porque la zoonosis y el control poblacional de animales es un tema del Estado. Evidentemente Zoonosis no está funcionando, porque todo el mundo se queja de la cantidad de animales abandonados y en terrible estado que hay en la calle”.

Luego de pedir audiencia con el intendente Humberto Zúccaro, fueron derivados al secretario de Salud, Pablo Atchabahián, quien desde enero tiene a Zoonosis como parte de su área. “Le pedimos concretamente que se cumpla la ley 13.879, sancionada en 2008, que afirma que en toda la provincia está prohibida la eutanasia y que se deben hacer las castraciones en mucha mayor medida que la actual”.

Sobre esto, Guerrero señaló que en Pilar se realizan cinco esterilizaciones por día en la sede de Zoonosis, más otras diez en los barrios, “cuando se sabe que, para lograr un control dentro de tres años, hay que esterilizar a por lo menos el 10% de la población total de perros del municipio”.

 

Censo

Acerca de la cantidad de perros que habría en el distrito, la mujer señaló que “según el último censo, en Pilar hay unas 280 mil personas (son 300.000), y calculando ‘a grosso modo’, habría un perro cada dos habitantes. Por eso, en el Municipio deberían hacerse cerca de 70 castraciones diarias. Eso es lo que estamos pidiendo, de lo contrario nos estamos haciendo cargo los proteccionistas de nuestros bolsillos, cuando no nos corresponde. Los refugios están atestados de animales y no es la función”. Y agregó: “Es una cuestión de educación, no hace falta querer a un perro como para respetar y generar estos cambios”.

Sobre la entrevista en Salud, indicó que Atchabahián “prometió averiguar cuál es la partida para Zoonosis, y que en un mes como máximo nos iba a recibir para darnos un plan de acción, en el que los proteccionistas podamos colaborar, no ocuparnos, que nos es lo que nos corresponde”.

 

Equipo

Consultado por El Diario, el secretario de Salud Pablo Atchabahián expresó que el control de los perros callejeros “no es un trabajo solamente para el área de Zoonosis: hay que trabajar en conjunto con la sociedad en general”.

Sobre esto, se refirió a “la responsabilidad de la comunidad en no abandonar perros, en no dejar la basura en la puerta de la casa para que los perros estén vagabundeando y rompan las bolsas de residuos. Estamos tratando de darle un trato digno al animal más allá de Zoonosis, que no solamente se ocupa de perros y gatos, sino también muchas otras tareas, no es ése el único problema”.

Además, el funcionario opinó que “la esterilización no es suficiente para solucionar el tema, tenemos que ir más allá, a través de la educación. Si la gente sigue abandonando perros, si no tiene responsabilidad para cuidar una mascota, eso atenta contra todas las medidas que se puedan disponer desde el área”.

Por último, pidió “trabajar en conjunto con las asociaciones para que nos brinden sus conocimientos, sus ganas, hacer un trabajo en equipo para ver qué le podemos aportar al área de Zoonosis y tengamos una mejor calidad de atención”.

 

 

El caso de Rosario

Desde el año 2002, en la ciudad de Rosario se aprobó una ordenanza de registro, control y protección de perros callejeros. Así, por sus calles deambulan los “perros comunitarios”: los animales llevan un collar que los identifica, certificando además que fueron vacunados, desparasitados y esterilizados.

Sin un hogar definido, por alguna razón de fuerza mayor su identificación incluye el teléfono de un vecino que se encarga de cuidarlo y alimentarlo.

 

 

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