Jorge Oyhanart vivió un fin de semana metido entre los fierros. Lo bueno es que volvió a subirse a un auto de carrera, esta vez en la competencia de invitados válida por la 4ª fecha de la Clase D del TC Bonaerense. Lo hizo con el Ford que corre su hijo Mariano y con el que es líder del campeonato.
El Vasco se llevó una sorpresa inolvidable en el Autódromo “Juan y Oscar Gálvez” de Buenos Aires, ya que se reencontró con gente a la que no venía desde sus inicios en el automovilismo zonal en el TC del Oeste y ALMA. Y además de recibir reconocimientos y agradecimientos de sus seguidores, al de Pilar no le quedó otra que decirles “gracias por tantos cariños”.
Después de mucho tiempo, el ex corredor de Turismo Carretera se subió a un auto de carrera a pedido de su hijo. “Me dijo que no era una carrera de despedida, sino un homenaje”, expresó Jorge.
“En lo de invitados no te podría mentir de que por ahí sí volvería a subirme a un auto de carreras. Pero yo tengo mis limitaciones y a los autos de carrera hay que respetarlos mucho. Es como cuando vos salís a la calle con tu auto particular, hay que usar el cinturón, no tomar alcohol, entre tantas cosas. Hay que estar con todos los sentidos para no hacer macanas y acá pasa exactamente lo mismo”, dijo ante la pregunta de La liga, si volvería a manejar en otra competencia como invitado.
En pista. En la final de invitados, que se disputó por la tarde, el Vasco finalizó 8º, a más de 4 segundos del ganador Miguel Palacios.
“Una carrera con mucho Pace Car, no clasifiqué bien (fue 11º el sábado). Largué en el medio del pelotón, de última llegué 8º. Cumpliendo con la gente que fue, que era una expectativa bastante grande. En lo personal sabía lo que hacía arriba del auto y aparte, Mariano juntó algunos puntos para seguir arriba en el campeonato”, reconoció Jorge.
-¿Seguro que pasaron muchos recuerdos por tu cabeza cuando te subiste al auto?
- Sí la verdad que sí. Aparte de los que tengo en el TC, que ahí es otra familia, había mucha gente que nos siguió y la verdad nos atendió magníficamente. Traté de correr sin complicarle la vida a nadie, de hacer lo mío lo más modesto posible. Al final me dieron un reconocimiento, estaba un chico que es hijo de uno de mis seguidores que me regaló un mural con mis nietos y fotos de cuando corría en TC. La verdad que todo fue muy emocionante.
-¿Y los años se sienten arriba del auto?
- Sí. Respeté mis limitaciones físicas, no hice ninguna macana durante todo el fin de semana. Traté de andar en el auto, esperando que a Mariano le vaya bien y que podamos obtener otro campeonato. Los muchachos trabajan día a día para estar donde están. Hoy se construyeron autos nuevos y cada vez se pone más difícil ganar.
Por su parte, Mariano llegó 5º en la final de titulares que tuvo como vencedor a Aragona, tras 10 giros al trazado porteño. Pero esos puntos más que los que consiguió Jorge, lo sostiene como líder del campeonato en la Clase D.
Y eso que no la pasaron bien el sábado en el inicio de la actividad, cuando se rompió tres veces la caja. “Pusimos una de repuesto que teníamos recién preparada. Con ésta clasificamos pero no andaba, no salía la segunda y teníamos que saltar a tercera y cuarta. A mí me complicó y terminé 11º, pero Mariano le encontró la vuelta y clasificó 3º”, contó el Vasco.
Elogios
Jorge Oyhanart no se guardó ningún elogio para su hijo Mariano, después de correr como invitado en la competencia especial del TC Bonaerense en Buenos Aires.
“Hay 3 segundos entre él y yo y eso no es ningún descubrimiento, él es un piloto que anda bien y me llamó mucho la atención de ver cómo lleva ese aparato. Al auto hay que hacerle algunos detalles, porque creo que mejorándolo un poco vamos a dar un saltito y terminar el año sin mucho gasto”, reconoció el Vasco.