Carta de Lectores

25 de marzo de 2010 - 00:00

A 34 años del Golpe

 

Sr. Director:

La nota publicada en Correo de Lectores del 24 de marzo  firmada por el Dr. Marcelo Castillo en su carácter de presidente del Consejo Deliberante, parece una visión nostálgica del relato que sobre sobre las “causas” del golpe militar daban las revistas Anteojito y Billiken, publicaciones que cumplieron, durante la dictadura, el papel de voceros y defensoras de los valores económicos, sociales, culturales e ideológicos de la dictadura militar, ocultando la verdad y defendiendo las políticas de fondo de las FFAA en el poder.

Ese relato infantil, de que la violencia como causa del golpe fue por los enfrentamientos entre “facciones peronistas” –sic- (ya ni a Mariano Grondona se le ocurriría desempolvar este adjetivo anacrónico) usado como muletilla por la dictadura.
Este relato intenta ocultar en realidad el contexto histórico y las verdaderas causas de la violencia en la Argentina, que fue la intención de apropiarse del poder de los recursos y de la economía argentina por parte de sectores y grupos económicos minoritarios, con intereses contrarios a los intereses del conjunto del pueblo, como lo han demostrado cada vez que asaltaron el poder y que intentan una y otra vez imponer un modelo económico que saben que jamás podrían lograrlo a través de poder ganar una elección democrática.

Por eso el 6 de septiembre de 1930, Uriburu encabezó un golpe de estado que derrocó al gobierno constitucional de Hipólito Yrigoyen y estableció una dictadura militar, la primera de una serie que se convertiría en  un nefasto  habito para derrocar gobiernos democráticos, representativos de los intereses de las grandes mayorías  populares. Fue también la primera vez en el continente que las oligarquías admiradoras de corrientes fascistas usaban como instrumento a las FFAA y la primera en la historia del país que las Fuerzas Armadas tomaron por la fuerza todo el poder político.

 “Olvidar” también el golpe del 16 de septiembre de 1955 contra el gobierno Constitucional de Juan Domingo Perón, los bombardeos a Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955 con miles de muertos, parece poner a los intereses populares y al peronismo como desencadenante de la violencia y no como víctimas de los intereses económicos de minorías nacionales e internacionales que llevaron una y otra vez a las FFAA a actuar como brazo armado de intereses subalternos de potencias extranjeras durante varias décadas en el siglo XX.

Sin dejar de mencionar otro relato aniñado e ingenuo, cuando dice el Dr. Castillo, que el golpe contó con el apoyo “inicial” del gobierno de EE.UU. se olvida que ya para el año 1976 el Pentágono había derrocado más de 6 gobiernos democráticos sólo en América Latina, incluidos  casi todos los países vecinos.

El golpe no “contó” con el “apoyo” sino que fue parte de una política de los EE.UU. para la región, para imponer por la fuerza un modelo económico que ponga nuestra economía al servicio de la de ellos.

Hasta aquí podría pensarse en la pobreza y fragilidad conceptual, intelectual  e histórica de la nota, pero cuando también siguiendo el relato con las mismas palabras y frases que usaban las revistas cómplices permitidas por la dictadura como la revista Gente, Para Ti y Siete Días de que la Junta Militar prácticamente se vio obligada a actuar por culpa de la violencia (que ellos crearon con las permanentes interrupciones al orden constitucional) de los opositores y los guerrilleros y que llevaron a cabo una acción represiva contra las organizaciones guerrilleras” sus abogados y médicos “???? Ah y también colaboradores, Ah y simpatizantes y Ah a personas que no tenían nada que ver????

Dr. Castillo, lo que Ud. NO DICE  es que esta “acción represiva” fue un plan sistemático para apoderarse del poder y fue el sustento para imponer el plan económico de Martínez de Hoz y de sus socios (¿Recuerda quienes eran?)

Los opositores fueron más de 30.000.000 millones de trabajadores y sus familias. Y que las principales víctimas fueron miles y miles de trabajadores peronistas, y delegados de fábrica, miles y miles de jóvenes y adolescentes estudiantes, también la enorme mayoría de ellos comprometidos con un modelo de país basado en el trabajo y la justicia social en el marco de un Proyecto Nacional y Popular inspirados en una visión cristiana y humanista.

Ya que si sólo hubiesen querido combatir a los guerrilleros, podrían haberlo hecho con todas las herramientas legales previstas en nuestra Constitución Nacional, no hubiera sido necesario intervenir empresas, sindicatos, universidades, colegios, bancos, financieras, fundaciones, entidades religiosas, la Corte Suprema, los  juzgados federales, colegios profesionales, entidades científicas, empresas estatales (para vaciarlas), y todo lugar donde hubiera dinero.

No fueron entonces “los graves enfrentamientos de facciones” lo que usaron como justificación las FFAA para dar el golpe como por lo mismo que Ud. dice se incrementaron desde fines de los años 70 (se entenderá entonces años 1978, 1979) le recuerdo que para esos años la dictadura militar ya había asesinado a más de 20.000 argentinos hombres, mujeres, embarazadas y niños. Había perseguido y exiliado a más de 100.000 familias de argentinos y contraído una deuda externa por más de 50.000 millones de dólares (inédita para la región) y ya estaban completando el desmantelamiento de toda la infraestructura industrial (la más importante de América Latina en ese momento).

Dr. Castillo, las fechas no son trágicas. Lo trágico es no saber por qué suceden. Lo preocupante no es lo que dice, sino desde donde lo dice.

PD. Una de Anteojito y Billiken, por ejemplo: el Ejército patrocinaba un concurso para premiar a los mejores alumnos de séptimo grado. A la vez, el discurso de las revistas estaba cargado de metáforas bélicas: “Guerra contra las caries”, “Disparen contra la gripe”, “Lucha contra la rabia”. Frases similares a las presentes en el discurso militar que refería a “Extirpar los elementos anómalos del cuerpo social” y a “El silencio es salud”.

Para que el 24 de marzo NO SEA FERIADO, para que sea un día de debate, de análisis y de discusión. Muchas Gracias

 

Alejandro Pangaro ([email protected])

 

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