El sindicato metalúrgico alerta por la destrucción de puestos de trabajo. Y acusa a la dirigencia empresarial de ser "cómplice del industricidio".
PARALIZADA. La planta que Whirlpool tiene en Fátima cerró sorpresivamente el miércoles.
En un duro comunicado dado a conocer este viernes, tras los despidos en la fábrica de lavarropas Whirlpool, de Pilar, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) advirtió que “la falta de política industrial destruye el trabajo argentino”. Al mismo tiempo, acusó al gobierno de Javier Milei de estar cometiendo un “industricidio” con la “complicidad” de sectores de la dirigencia empresarial.
El comunicado fue firmado por Osvaldo Lobato, Secretario administrativo de la UOM y miembro de la comisión directiva de la CGT. El texto “alerta sobre la gravísima crisis industrial y de empleo que atraviesa nuestro país”.
Señala que “la política económica actual está marcada por la apertura indiscriminada de importaciones, la irresponsabilidad en la administración del comercio exterior y la ausencia total de una política industrial”. Una combinación que “está pulverizando el entramado productivo nacional”.
La UOM denuncia una “pérdida histórica de empleo” que, desde la asunción del Gobierno Nacional, ya registra la merma de 26.000 puestos de trabajo solo en el sector metalúrgico.
Agrega a eso los “cierres y desmantelamiento industrial”, para lo que pone ejemplos como los de Whirlpool, Essen, SKF Autopartes y KTM Motos, así como numerosas laboras de baterías y autopartes”.
“Estas empresas invirtieron, produjeron y generaron empleo durante décadas y hoy son víctimas de la desidia gubernamental”, apuntan. Y señalan que la ciudad santafesina de Rosario está en “alerta crítica”, con 3.000 empleos en riesgo en el sector línea blanca.
“Denunciamos que el Gobierno Nacional es el responsable de permitir un comercio exterior sin control que arrasa con nuestra industria”, señala el comunicado, y aclara que “la apertura indiscriminada de las importaciones no fomenta la competencia ni la eficiencia: destruye la Industria Nacional”.
A la vez, agrega que la “política de desindustrialización beneficia a un puñado de importadores, condenando al desempleo a miles de trabajadores argentinos”.
Al mismo tiempo, apunta contra “la complicidad silenciosa de aquellos sectores de la dirigencia empresarial que, por mezquindad o por temor, no levantan su voz para reclamar una política activa de defensa de la producción y el empleo nacional”.
“Su inacción los conviene en cómplices de este verdadero industricidio que está desmantelando la capacidad productiva de la Argentina y condenando a la desocupación a nuestros trabajadores”, acusa la UOM.
La entidad gremial “llama a la unidad de las y los trabajadores para defender cada puesto de trabajo, cada fábrica y la dignidad de nuestras familias”, al tiempo que advierte: “No vamos a permitir que se desmantele el futuro productivo de la Nación”, porque “la defensa del trabajo argentino es la defensa de la patria”.