La aprobación de la reforma fiscal impulsada por el oficialismo marcó una ampliación de la grieta que divide a la oposición y que no para de profundizarse desde que dejó el gobierno.
Ayer, mientras Cambiemos y sus aliados más estrechos decidieron no asistir al recinto para debatir el proyecto y solo opinaron a través de Twitter, las concejalas del radicalismo se sentaron en sus bancas y acompañaron el proyecto.
“La posiciones se debaten, aun perdiendo, en el Concejo. Nos votaron para estar presentes en la sesiones. Cuando las cuestiones se derivan a través de los medios o las redes sociales se tergiversa la información”, dijo tras la sesión la concejala y presidenta de la UCR local, Claudia Zakhem.
“El día de mañana, lo que queda asentado es lo que está escrito”, dijo. Y elogió el proyecto aunque se diferenció de lo expresado en sus considerandos, que hacen eje en la situación social generada por el anterior gobierno.
“Esto tiene que ver con lo que venía planteando el oficialismo cuando era oposición, que había que bajarles las tasas a los que menos tienen y presionar a los mayores contribuyentes. Hay que acompañar para conformar el presupuesto 2020”, dijo.
El radicalismo se había alejado del bloque de Cambiemos apenas asumido el nuevo Concejo. Y la semana pasada, a través de un comunicado, se alejaron de la conducción local de la coalición en manos del exintendente Nicolás Ducoté.
