Con la intención de avanzar en la concreción de obras públicas en un contexto de ajuste y reducción de fondos provinciales, el gobierno municipal buscará una autorización para tomar deuda por algo más de 600 millones de pesos.
Se trata de dos créditos, ambos con destino de infraestructura. Uno de 27 millones, del Banco Provincia, para la construcción de veredas. El otro, del Nación, de 600 millones, para asfaltos.
Tras una primera autorización del Concejo Deliberante, los dos pedidos de préstamo siguieron el camino burocrático que los trajo ahora de nuevo a Pilar en busca de la convalidación final por parte de la Asamblea de Concejales y Mayores Contribuyentes. Y ahí se dará el mayor debate.
Ambos proyectos ingresaron el miércoles a última hora a la sede administrativa del HCD. Los ediles estaban ayer tomando vista de los expedientes, que la semana que viene serán debatidos en la comisión de Hacienda.
El crédito de 600 millones es el que acapara todas las miradas. No solo por el monto récord, sino también por las condiciones de otorgamiento: 15 años de plazo, con capital ajustable en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA) y un 8% de interés.
Desde la oposición ya salieron a advertir que la toma de ese préstamo sería una hipoteca sobre las finanzas públicas y que, además, comprometerá a las futuras administraciones.
En el oficialismo, por contrario, celebraron esas mismas condiciones que encendieron las alarmas opositoras.
El Jefe de Gabinete, Juan Pablo Martignone, señaló que el hecho de que el crédito se emita en UVA “permite bajar la tasa muchísimo” y que “como el plazo es muy largo, permite financiar infraestructura”, a diferencia de los que se habían tomado hasta ahora. En ese sentido, señaló que el plazo de 15 años es “inédito para un municipio de la provincia”.
Además, Martignone buscó espantar los fantasmas del peso que tendrá la deuda sobre las cuentas públicas. “Adherimos a la ley de responsabilidad fiscal, que limita la composición del gasto y el ratio de endeudamiento”, explicó el funcionario. Y evaluó que “este crédito, sumado a los dos que tenemos tomados de los últimos dos años nos deja muy cómodos respecto a los límites de la ley de responsabilidad fiscal”.
Según señaló, el pago anual llegaría en valores actuales a unos 70 millones de pesos, lo que se ubica en torno al 1,5% del presupuesto municipal. “Eso gracias a los plazos, que bajan la cuota anual”, dijo.
Además, pidió “no perder de vista que el presupuesto de la municipalidad también se ajusta por inflación, sobre todo a largo plazo. Puede estar un poquito arriba o abajo un año, pero no nos vamos a encontrar con una cuota impagable”.
En caso de que el Concejo apruebe sin demoras el permiso, los expedientes deberán volver al Banco Central para otra ronda de aprobaciones. Según el funcionario, eso llevará unos 60 días más, aunque admitió que “en el contexto actual podría tener una demora adicional”.
Por otro lado, la economía también impactó en las obras previstas. Cuando a principios de año comenzó el trámite, se estimaba que el destino del préstamo sería la construcción de unas 300 cuadras de asfalto. Tras el salto del dólar y la inflación, hoy alcanzaría para hacer un 20% menos, lo que lo dejaría por debajo de las 250 cuadras.