Muy temprano, el intendente Humberto Zúccaro admitió la derrota en las urnas y despejó las dudas que rondaban su propio búnker, donde todos preveían una elección pareja pero casi nadie barajaba la chance de perder. Y menos por una diferencia aplastante, como finalmente sucedió.
Dentro de una oficina, rodeado por su esposa, Carmen Rodríguez, su hija y secretaria privada, Jazmín Zúccaro, y unos pocos funcionarios de su confianza, el intendente iba recibiendo los números que le dibujaban el peor escenario: sus 12 años en el poder estaban llegando a su fin.
“La gente pedía un cambio, le deseo el mejor éxito al nuevo intendente y a la gente de Pilar que le vaya bien, que es lo que de verdad importa”, dijo Zúccaro a la prensa.
Minutos antes, había llamado al macrista Nicolás Ducoté para felicitarlo por su contundente victoria.
“Me pareció de buen tino llamar primero a Ducoté y a la gente que me acompañó en las PASO, que no trabajó conmigo. Tal vez no supimos interpretar lo que la gente quería, pero Pilar eligió este camino para los próximos cuatro años”, analizó.
“La gente cuando vota no se equivoca, hay que saber perder con dignidad. Uno tiene muchos años de elecciones y puede darse cuenta de que la gente quería un cambio”, dijo.
El intendente adelantó que la transición hacia el futuro gobierno será “tranquila”. “Vamos a ponernos a disposición del que llegue para entregarle el Municipio ordenado, distinto de lo que pasó a mí”, dijo, recordando su llegada al gobierno que recibió de manos de Sergio Bivort. “Hay intendentes que saben ganar y saben perder”, sostuvo en referencia a sí mismo.
A partir de ahora, dijo, “tiene que haber un proceso de cambio” y admitió que “no habremos hecho bien las cosas y no pudimos hacer el viraje que necesitábamos”. Pero reiteró: “Cuando ganábamos decíamos que la gente no se equivocaba, y ahora digo lo mismo”.
A las 8 de la noche de ayer, los resultados oficiales aún no se conocían, pero Zúccaro sabía que su derrota sería dura. Unos 5 o 6 puntos calculó en su charla con la prensa, aunque se estiró a más de 10 bien entrada la madrugada, cuando los datos ya superaban el 97% de las mesas escrutadas.
Con ese resultado, Zúccaro decidió que su futuro está en su casa, con su familia, lejos de las responsabilidades de la conducción política: “No estoy en condiciones de liderar la oposición. Voy a dedicarme a la familia, a mi salud y ayudaré a los que lideren la oposición. Pero es el momento para dar un paso al costado”.
Aunque Zúccaro habló dentro del búnker, con las puertas cerradas, afuera, en la calle, el clima ya era sombrío. Los militantes que de a poco se habían acercado tras trabajar todo el día en la elección empezaban a presentir lo peor.
Fue el propio Zúccaro el que les comunicó la situación, con un agradecimiento por el trabajo realizado, antes de subirse al auto que lo llevó a su casa.
Ahora vendrá la transición y la hora de analizar las causas de la derrota, que suele tener menos padres que las victorias. Pero sobre todo, será el momento de la renovación de dirigentes pensando en el nuevo rol que le toca al partido.
20 mil
votos aproximadamente perdió el Frente para la Victoria local desde las Primarias hasta las generales.
El dato
El oficialismo perdió en todo el distrito, aunque las mayores diferencias a favor de Ducoté se dieron en el centro de Pilar.
“La gente pedía un cambio, le deseo el mejor éxito al nuevo intendente.”
“Tal vez no supimos interpretar lo que la gente quería, pero Pilar eligió este camino para los próximos cuatro años.”
“No estoy en condiciones de liderar la oposición. Pero es el momento para dar un paso al costado.”