La cercanía del año electoral tiñó una vez más el debate en el Concejo Deliberante y trajo al recinto los posicionamientos nacionales de los ediles. Tanto, que en algunos casos, atravesaron los bloques e hicieron más difusos los límites entre oficialismo y oposición.
El kirchnerista Fabio Gómez, cada vez menos oficialista en términos locales, lanzó sus dardos contra el presupuesto municipal desde adentro mismo del bloque justicialista. Tras calificar de “fantochada” el proyecto, lo comparó con una obra de arte del surrealismo que, explicó, no tiene que ajustarse a la realidad. De todos modos, reclamó que “los números no pueden colgar como los relojes de Dalí”.
A la vez, respondió a las acusaciones de deslealtad con el bloque de la que lo acusaron sus aún compañeros: “Me siento profundamente leal a este proyecto nacional y popular”.
Luego de pedirle varias veces en público y en privado que abandone el bloque justicialista para armar su propio espacio, ayer Gómez fue cambiado de lugar: desde el medio de las bancas, en la primera fila, fue desplazado a un lateral.
El presidente de la bancada, Juan Pablo Trovatelli, rechazó las quejas del edil asegurando que “esto no es un teatro para pelear por la cartelera”.
Desde el kirchneriosmo, a su vez, hicieron hincapié en los fondos nacionales que llegan para educación –unos 55 millones- y que se usarán para escuelas municipales, mientras que el oficialismo reprochó otra vez la promesa incumplida por la Presidenta de financiar el nuevo hospital.