El día siguiente del cierre de las alianzas trajo certezas para varios espacios políticos que competirán en las próximas elecciones. Pero ese no fue el caso del zuccarismo que, con frentes inscriptos y todo, sigue sin definir si será parte del oficialismo o de la oposición en octubre.
El miércoles, mientras las diferentes fuerzas trajinaban acuerdos contra reloj para armar frentes electorales, Zúccaro mantuvo su indefinición pública. Lo hizo con una humorada: a la ansiosa pregunta de los periodistas acerca de qué espacio lo cobijará, respondió con intencionada ambigüedad. “Voy a estar en el frente”, dijo, y se subió al auto sin aclarar si será el massista Frente Renovador o el kirchnerista Frente para la Victoria. “Eso averígüenlo ustedes”, soltó antes de arrancar.
La tarea encomendada no es sencilla. Avezados líderes políticos del zuccarismo solo saben mostrar desconcierto. “Esto es algo nunca visto”, resumió un dirigente que tiene encima más de tres décadas de elecciones ganadas y perdidas, siempre dentro de alguna vertiente del peronismo.
El último fin de semana, varios miembros de la mesa chica del zuccarismo habían vaticinado que las definiciones llegarían entre miércoles y jueves de esta semana. Pero eso no pasó.
Ayer por la mañana, Zúccaro reunió a funcionarios de primeras y segundas líneas en el palacio municipal. Pero no hubo definiciones políticas. “El tema fue presupuestario: como siempre a mitad de año, se informó que hay que reducir gastos porque se acabó la plata”, exageró un miembro del gabinete. Pero de posicionamientos políticos, ni una palabra.
A dos puntas
La definición de Zúccaro no depende solo de sí mismo. Como buen seguidor de Sergio Massa, espera que el intendente de Tigre termine de armar su propia jugada. Es que si bien definió ya que no irá a la interna del Frente para la Victoria –su Frente Renovador se anotó por separado-, no dio pistas acerca de si será o no candidato.
Cerca de Zúccaro sostienen que en esa última decisión está la clave de lo que pasará en Pilar. “Si Massa no juega, Zúccaro se queda donde está. Ahora, si es candidato, no tengas dudas de que da el salto”, interpretó un dirigente, con más poder de análisis que información concreta.
Massa recién daría a conocer su decisión el 20 de junio, dos días antes del cierre de listas, en un plenario con sus aliados.
Hasta entonces, tanto el massismo como el kirchnerismo en Pilar están obligados a trabajar con una doble hipótesis: Zúccaro dentro o fuera de sus filas. Es que el jefe comunal comandará sin dudas el espacio en el que decida estar mientras que dejará vacante al otro para quien sepa ocuparlo.
En esa disyuntiva, el concejal massista Gustavo Trindade intenta organizar un plenario del sector para la semana que viene. La intención es sondear el clima para el armado de una lista de unidad con o sin zuccaristas.
Desde el kirchnerismo, en tanto, la responsabilidad de armar el espacio en caso de que Zúccaro diera el salto recaería sobre la Cámpora y sus organizaciones aliadas.
Por ahora, con el estilo fotocopiado al mandamás de Tigre, el misterio se convirtió en la clave política del zuccarismo.
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de junio es la fecha tope para la inscripción de precandidatos para las primarias de agosto.