Comienza una semana de cortes y protestas en el Parque Industrial
Trabajadores de varias empresas decidirán acciones sorpresivas. Es para reclamar la reincorporación de 50 despedidos de la fábrica Tigre. Podrían bloquear el complejo y la autopista Panamericana.
1 de julio de 2012 - 00:00
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El fracaso de la audiencia de conciliación del viernes en el Ministerio de Trabajo recalentó el conflicto..
Mañana podría ser un día complicado para los cerca de 20 mil trabajadores que ingresan todos los días a alguna de las 185 plantas del Parque Industrial de Pilar. Bien temprano, representantes de las gremiales internas de varias empresas se reunirán para definir medidas de acción directa. Optarán entre un menú de opciones que, en todos los casos, incluye bloqueos masivos y por sorpresa al complejo fabril.
Las protestas tienen su eje en el conflicto generado por los 50 despidos decididos por la empresa Tigre, fabricante de caños plásticos (ver aparte). Pero, a la vez, presenta una novedad: es la primera vez que un reclamo unirá a trabajadores de distintas empresas y diferentes ramas de la industria para accionar en un conflicto que se reduce al interior de una sola fábrica.
De concretarse, la medida de fuerza será también la presentación de lo que sus impulsores definen como una mutisectorial gremial, que une a trabajadores de distintos sindicatos con un objetivo: apoyar los reclamos de cualquiera de sus miembros.
Según explicó Jesús Humaño, vocero de los trabajadores de Tigre, el grupo incluye a delegados de Unilever, Procter & Gamble y World Color entre otras compañías.
No tienen en común más que la condición de trabajadores sindicalizados dentro del complejo industrial. Ni siquiera cuentan, en todos los casos, con la anuencia de los sindicatos a los que pertenecen. Un modelo de acción inspirado en las líneas de Agustín Tosco o Raimundo Ongaro, en las década de 1960 y 70.
El colectivo se completa con la representación local de la CTA y de algunos de los gremios que la componen; del kirchnerista Movimiento Evita y el Partido Obrero. En conjunto, forman una amalgama algo heterogénea pero que, en principio, parece dispuesta a buscar la unidad en la acción.
Con cortes
La asamblea de la multisectorial se realizará mañana temprano, en algún lugar que sus miembros se cuidan de no difundir. Anticipan que su primera acción será dura y quieren sumarle el factor sorpresa.
En las últimas horas, algunos de sus miembros recibieron consultas por parte de la Policía Distrital acerca de los detalles de la protesta que planean. Pero, por ahora, no habrían dado respuestas.
Lo poco que se adelantó hasta el momento es que la movilización incluirá cortes de calles. Aunque el ingrediente principal es el mismo, el menú resulta variado: hay quienes hablan de muchos cortes simultáneos en diferentes lugares; otros prefieren uno solo, masivo, en algún lugar clave. Están los que se inclinan por los piquetes parciales y los que impulsan bloquear el tránsito en la autopista. La lista sigue, con opciones similares.
Ayer, en diálogo con El Diario, Humaño señaló que la fecha y hora de las medidas se decidirá también en la reunión de mañana. Y adelantó que se buscará llegar a instancias más altas que hasta ahora para tratar de resolver el conflicto.
“Si hay que llegar a situaciones extremas, vamos a pedir la presencia del ministro de Trabajo de la Provincia (Oscar Cuartango) o del Nacional (Carlos Tomada)”, dijo. Y señaló que los delegados locales del Ministerio bonaerense “son sólo mediadores”.
Con un conflicto de resolución difícil y un nuevo actor que buscará cotejar en el escenario real su poder de fuego, la semana que comienza tendrá sus complicaciones para el complejo industrial. E interpelará de una forma novedosa tanto a los representantes industriales como a los dirigentes políticos locales.
Tigre
Un conflicto que parece lejos de resolverse
El conflicto entre la empresa Tigre y sus trabajadores, parece hoy lejos de resolverse. Con 50 despidos que la firma se niega rotundamente a revisar un pedido de reincorporación masiva por parte de los operarios, la situación está en un cuello de botella.
El conflicto nació en noviembre del 2011, cuando la empresa impuso a los trabajadores la modificación en el sistema laboral que era de cuatro días de doce horas, por dos de descanso. Entonces se pasó a una jornada de ocho horas todos los días, pero con reducción salarial.
Los trabajadores acudieron, como en otros conflictos, a la Unión Obreros y Empleados del Plástico UOyEP, sindicato que les correspondería. Pero desde el gremio no le dieron respuestas.
Así, decidieron seguir el camino de otros trabajadores –como los del subte porteño- y propiciar la creación de su propio sindicato. Pero el camino no es sencillo.
Apenas lanzado el flamante sindicato –aún sin reconocimiento oficial- los integrantes de la comisión directiva más otros 8 trabajadores fueron despedidos, sumando un total de 30.
La medida tomada por la empresa intensificó el reclamo y todo el personal de planta inició una protesta en reclamo de las reincorporaciones y rechazando la persecución sindical. Desde ahí, los despidos crecieron en espiral: a cada protesta más telegramas, y tras cada expulsión un nuevo reclamo.
Para colmo, hasta el momento la delegación local del Ministerio de Trabajo no encontró herramientas para destrabar el conflicto que, en las próximas horas, amenaza seguir escalando.