Los lápices aún escriben. Parte del mural que se pintó el sábado en Alberti.
Vecinos y organizaciones políticas y sociales de Manuel Alberti participaron el sábado último de la realización de un mural que tiene como principal objetivo mantener viva la memoria.
De hecho, uno de los temas centrales de la obra es “La Noche de los Lápices”, de la que el jueves último se cumplió un nuevo aniversario y recuerda el secuestro y desaparición de seis estudiantes secundarios en 1976 a manos del aparato del terrorismo de Estado.
Pero la actividad no sólo apuntó al recuerdo de la dictadura. También tuvo como objetivo dejar testimonio sobre cuestiones recientes, como la desaparición de Jorge Julio López, testigo en el juicio contra el represor Miguel Etchecolatz. La consigna fue por la memoria de los “30.001 desaparecidos”.
El docente y militante del partido Nuevo Encuentro, Daniel Hirsche, fue uno de los organizadores de la actividad. Ayer, en diálogo con El Diario, destacó el entusiasmo generado por la tarea.
“Hasta el dueño del paredón se prendió: a la mañana le pedimos permiso y a la tarde vino a pintar con nosotros”, contó.
El mural se pintó sobre un paredón de unos 20 metros de largo en Arteaga y las vías, a pocas cuadras de la estación de Manuel Alberti. Sobre un diseño de Jésica Sánchez, esposa de Hirsch, unas veinte personas se turnaron para darle color a la obra.
Entre los participantes hubo militantes del Movimiento Popular de Liberación MPL), una agrupación política estudiantil y juvenil con presencia en la zona, y de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) junto a vecinos sin identificación partidaria. n
Un pilarense con las Abuelas
La recientemente creada Casa de la Memoria de Pilar estuvo representada ayer en la conferencia de prensa en la que las Abuelas de Plaza de Mayo dieron a conocer la restitución de la identidad del nieto apropiado número 102 desde que comenzó su trabajo.
El encargado de representar a la organización de Derechos Humanos local fue el flamante vicepresidente de la entidad, Orlando Escalada, miembro de la comunidad Toba de Presidente Derqui.
La presentación de ayer estuvo a cargo de Estela de Carlotto quien anunció la recuperación del hijo de María Graciela Tauro y de Jorge Daniel Rochistein, cuya identidad permanece aún en reserva, razón por la cual no se mostró en la conferencia de prensa.
“No es un caso sencillo. Está en un proceso duro, no único. Pero por la experiencia que tenemos éste va terminar bien”, subrayó Carlotto al explicar el por qué de la ausencia y de la carencia de más datos del joven. Carlotto, quien estuvo acompañada de otras Abuelas y de no menos de seis nietos recuperados, dijo que “fue el juez Rodolfo Canicoba Corral al que le correspondió decirle la verdad”.
El juez federal número 6 le propuso al nieto identificado el cambio de ropa y obtuvo el asentimiento del afectado, quien entregó cuatro elementos de su vestimenta, según el abogado de las Abuelas, Alan Iud.
“En las cuatro prendas entregadas, la identificación fue positiva”, agregó Iud.
En la conferencia estuvo presente el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, quien puntualizó que “este caso nos fortalece, a pesar de las medidas dilatorias que ocurren en el caso Noble-Herrera”.