Aguirre con De Narváez y los concejales Aguilar y Trindade en el 2009.
Tras casi un año de las elecciones legislativas del 2009, el extraño cóctel en el que se convirtió la lista de candidatos de Unión Pro sigue deparando sorpresas. Una sería la posible asunción como concejal del polémico Marcos Aguirre, quien integró las filas de Francisco De Narváez hasta que fue acusado de estafa con escrache público incluido.
Ahora, Aguirre podría asumir como edil en el caso de que la concejal Noemí Barrio deba pedir licencia por cuestiones de salud; las mismas por las que no puede cumplir con su tarea de legisladora desde hace dos semanas.
El año pasado, la lista local de la alianza entre los seguidores de Mauricio Macri y Francisco De Narváez fue un pandemonio. Un cierre más que conflictivo derivó en una serie de maniobras oscuras que, ya dentro de la propia Junta Electoral, modificaron varias veces la lista oficial de candidatos.
Por ese entonces, el actual edil Gustavo Trindade era aliado de Aguirre. Tanto, que cuando la última lista aprobada los encontró sexto y octavo respectivamente, sin chances de llegar a una banca, urdieron un plan: pedir un gesto de disciplina a los aliados que habían quedado en mejores lugares para lograr que, con su renuncia, ambos pudieran entrar.
Así lo hicieron. Renunciaron el segundo, Sixto Desanto; el cuarto y quinto, Juan José Ramírez y Marcelo Duplan; y el séptimo, Rubén Illanes.
Pero a último momento, por motivos nunca aclarados públicamente, la sociedad política entre Trindade y Aguirre se quebró. Tan enemistados quedaron, que el folclorista volvió a apelar a sus incondicionales, esta vez para bloquearle a Aguirre la puerta de entrada al Concejo.
Para eso, Sixto Desanto desistió de su renuncia a la banca antes que ésta se oficializara, lo que le permitió asumir.
Finalmente, por esa lista llegaron al recinto Noemí Barrio, Sixto Desanto, Silvana Aguilar y Gustavo Trindade.
De ese grupo, sólo Trindade y Desanto comparten el bloque. El resto, conforma bancadas unipersonales igual que sus compañeros de espacio político Marcelo Criniti y Diego Ranieli.
Sorpresa
El día de la jura de los nuevos concejales, el 10 de diciembre del año pasado, las cámaras del programa de televisión CQC se hicieron presentes en el recinto para escrachar a Aguirre, a quien una 30 personas acusaban de haberlas estafado con la compra de autos. Aguirre no estaba esa mañana en el recinto ni se lo vio nunca por ahí.
Sin embargo, hace algunos meses volvió a aparecer con intenciones de retornar a la política. Hasta abrió varias casas partidarias, una de ellas en el centro de Pilar.
De hecho, se lo vinculó con el abogado Jorge Álvarez Lembeye quien habría manifestado a los suyos intenciones de postularse a la intendencia por algún partido que se interesara en contarlo como candidato.
Ahora, pese a los escraches y denuncias y a la supuesta expulsión del partido con que lo habría condenado el propio De Narváez, Aguirre es quien quedará en condiciones de asumir transitoriamente si Barrio no se recupera rápido para volver a su banca. Y los ex aliados del polémico personaje son los más interesados en que eso no ocurra.