No pasarán. Vecinos y concejales coincidieron en rechazar la reubicación.
No pasarán. Vecinos y concejales coincidieron en rechazar la reubicación.
Funcionarios del gobierno y concejales del oficialismo y la oposición se comprometieron anoche a no respaldar la radicación en Manzanares de 60 familias que deben ser reubicadas tras haber levantado sus viviendas en terrenos inundables de La Lomita.
El compromiso se hizo escuchar anoche públicamente en el marco de una reunión que convocó a unos 400 vecinos de Manzanares en la plaza del ferrocarril, en esa localidad, para expresar su rechazo a la llegada de los nuevos habitantes.
La reubicación de las 60 familias fue propuesta por el área de Desarrollo Social de la Comuna luego que los damnificados fueran estafados con la venta de terrenos inundables. El engaño quedó evidenciado en febrero último, cuando el agua los obligó a abandonar sus casas.
Manzanares apareció como una opción para la reubicación junto con Zelaya, donde el rechazo vecinal también se hace sentir.
El encargado de calmar los ánimos más que caldeados de los vecinos reunidos anoche fue el delegado de Manzanares, Oscar Loggia. El funcionario transmitió que el intendente “no permitirá los asentamientos en Manzanares”.
El compromiso fue ratificado luego por el director de Bromatología, Mario Bertachini, y por los concejales Miguel Saric -del oficialismo- Gustavo Trindade y Marcela Campagnoli, de la oposición. Todos se comprometieron a votar en contra del traslado de los vecinos a Manzanares.
Enojo
Ya por la mañana, entrevistada por el programa Materia Prima, de FM Plaza, la vecina Mónica Marano –una de las organizadoras de la reunión- había manifestado el malestar generado en Manzanares ante la noticia.
“El pueblo todo está muy enojado. Tienen la costumbre de traer gente a los barrios sin avisar ni consultar a nadie. Pero esta vez el pueblo se puso de pie y dijo basta”, apuntó Marano.
La vecina señaló que los terrenos en los que se cree que podrían ser reubicadas las familias afectadas por el agua ya tienen otros destinos.
“Se habla de los predios de la estación o de terrenos donados para una plaza hace muchos años”, señaló Marano.
La vecina criticó la actitud del Municipio frente al tema: “el gobierno no se hace presente para nada. Vienen y hacen lo que ellos quieren. Nosotros supimos de esto por los diarios y el boca a boca”.
Incluso, denunció que “trajeron gente humilde al barrio Luchetti, todo por votos. En este país es todo así. Y no queremos más: basta”.
Así, la mujer señaló los vecinos quieren “saber quién fue el de la idea de traerlos a Manzanares, si fue una promesa política como es costumbre. Acá se vendieron terrenos y el Municipio lo sabe”, indicó.
De todos modos, aclaró que la oposición de la localidad a recibir a las familias afectadas no esconde un ánimo discriminador. “No discriminamos ni somos racistas: la gente vieja de Manzanares y sus hijos compraron sus terrenos con sacrificio. No puede ser que vengan ahora y nos pongan 60 familias”.
Pese a las promesas, los vecinos anunciaron que volverán a reunirse el sábado a las 14 en el mismo lugar. Para ese día invitaron al intendente Humberto Zúccaro, al que le entregarán un petitorio con firmas que juntarán hasta ese día.
Reclamos
Una localidad que se siente abandonada
Los vecinos que llevan adelante la campaña contra la radicación de familias inundadas en la localidad de Manzanares, fundamentan su rechazo en el colapso de los servicios en la zona y en la ausencia del Estado para remediar la situación.
Mónica Marano, una de las organizadoras de la reunión de anoche, apuntó que la escuela 10 “no da abasto”, al tiempo que recordó que el año pasado “empezaron a construir dos aulas y no las terminaron”.
Asimismo, criticó la falta de ayuda del Municipio al centro de salud de Manzanares. “La sala funciona a pulmón de la gente de la comisión, que hace todo porque el Municipio no se hace presente. No mandan las cosas necesarias para una sala. (El secretario de Salud, Jorge) Del Río dice que es todo perfecto, pero no es así”, dijo.
Asimismo, indicó que hace “más de tres años se viene peleando para que hagan una escuela secundaria y desde el Municipio dicen que no hay terrenos”.