El Municipio salió a ejercer la presión fiscal por todos los frentes

Clausura tres obras sin declarar por semana y realiza el mismo número de actas de infracción al día. Además de la falta de planos y habilitaciones evaden la tasa de Derechos de Construcción.

11 de febrero de 2010 - 00:00

Fajas. Inspectores municipales paralizaron la construcción de locales.

 

Tras lanzar más de mil intimaciones a deudores de la tasa de ABL, el Municipio salió a atender otro frente en su combate contra la morosidad. La medida tiene un doble fin: regularizar las obras en marcha y poner al día la tasa de Derechos de Construcción.

Según señalaron, desde el área de Obras Particulares realizan un promedio de tres clausuras semanales y el mismo número de actas de infracción en forma diaria.

Como ocurrió con el resto de las tasas donde el gobierno mostró dureza, para muestra basta un botón. Y buscando el efecto temor, ayer por la mañana las fajas fueron colocadas ante la prensa en una obra ubicada sobre la colectora de Panamericana y la calle Guido.

La obra clausurada sería comercial y ya había recibido notificaciones anteriores, la última fue el acta de infracción que labraron el pasado 4 de febrero.

“Todas las veces que vinimos, nunca encontramos al responsable de la obra, ni constancia alguna de que contaran con alguna autorización o los planos de la obra”, señaló el inspector que llevó a cabo la clausura, Néstor Iñiguez, quien junto a otros cinco municipales informaron a los albañiles que debían abandonar la obra y esperaron a que se retiraran para colocar las fajas de clausura.

La orden de la paralización de los trabajos fue impartida por el juez de Faltas Sebastián Zamarripa, quien determinó la medida luego de que los responsables de la obra no se presentaran ante las intimaciones.

 

Infractores

Desde el área de Obras Particulares aseguraron que por día son al menos tres las actas de infracción que labran por construcciones que no están registradas.

Las obras que no pasan por esa Dirección, no sólo carecen de planos y habilitación, que implica tener el cartel de obra expuesto a la vía pública, sino que además adeudan la tasa de Derechos de Construcción, uno de los ingresos clave del Municipio.

Si bien las clausuras se dan en el marco de la falta de habilitación, esta medida de presión fiscal ya había sido aplicada por el Municipio tiempo atrás en los barrios cerrados, ahora se aplica en las obras que dan a la calle y en todo el distrito.

Pero el fin señalado no es la recaudación, según aseguran desde el área, sino la regularización de las obras.

“Sólo con la falta del cartel de obra la construcción está en infracción”, aseguró Iñiguez que remarcó: “son muchas las obras que están en esta situación”.

El inspector explicó: “en muchas ocasiones las construcciones no son declaradas porque no cumplen con algunas de las normativas de límites o espacios”.

Desde el área explicaron que, además, las reformas que se hacen en una vivienda o comercio también deben ser declaradas y mucho más si son ampliaciones.

De hecho señalaron como ejemplo un hecho ocurrido el último martes cuando un colegio privado ubicado dentro del complejo Pilar del Este, fue intimado por las ampliaciones que llevaba a cabo sin declarar.

 

 

Recaudación

Intimación para todos los deudores

Una de las primeras muestras de presión fiscal que impuso el gobierno de Humberto Zúccaro fue precisamente sobre el Derecho de Construcción, por entonces las clausuras en barrios cerrados y countries se dieron con frecuencia tras una serie de irregularidades que desataron la polémica.

Allí comenzó la recaudación a través de una tasa que gran parte de las nuevas construcciones adeudaba.

Meses después y ya con problemas económicos serios, el Municipio salió a la caza de los comercios que no pagaron Seguridad e Higiene y la ola de clausuras tapó varios sectores del distrito, ya que las fajas se colocaron en el centro y el Kilómetro 50.

Con este plan de dureza fiscal, el Municipio recaudó una suma superior a los dos millones de pesos e iba por más. Mientras que con el último plan de recaudación a través de las intimaciones por la tasa de Alumbrado Barrido y Limpieza (ABL), las arcas municipales esperan que ingresen como mínimo 11,5 millones de pesos ya que con la primera tanda de intimaciones, unas 1.300, prevén recaudar 6,5 millones de pesos y con la segunda de mil cartas, aseguran que serán 5 los millones que se sumen.

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