Una turbia disputa en Moreno derivó en un crimen, una pueblada y dos colectivos prendidos fuego. Por el hecho la Policía debió reforzar la seguridad en las adyacencias de la seccional 1ª de ese distrito. Mientras tanto, una mujer policía quedó imputada en una causa penal, acusada de haber disparado el balazo que terminó con la vida de Franco Nicolás Sánchez (24).
Según informa el portal local Primer Plano, todo comenzó el martes por la tarde en la intersección de las calles Labardén y La Rioja, en la localidad de Francisco Álvarez, en el oeste del Conurbano. Un grupo se sujetos se acercó al lugar para exigirle a un transportista de micros escolares el pago de un dinero para continuar desarrollando su actividad.
Quienes llegaron a “apretar” al transportista fueron un hombre y dos de sus hijos, identificados como Darío Sánchez (50), Alan Sánchez (26) y el fallecido Franco Sánchez. Arribaron a bordo de una Toyota Hilux y le exigieron dinero al propietario de los vehículos de traslado escolar para seguir trabajando.
La información confirmada por la Justicia es que los agresores tenían un arma en su poder con la cual intimidaron al comerciante. En esas circunstancias irrumpió en la escena la hermana policía del hombre que estaba siendo extorsionado. “Había ido a visitar a su familiar y se metió en la escena cuando vio que a su hermano lo estaban amenazando”, indicaron voceros de la fuerza.
La efectiva, llamada Laura Verónica Sosa, cuando observó que “los agresores poseían un arma y no deponían su actitud, efectuó un disparo con su arma reglamentaria”. Ese balazo impactó en el pecho de Franco Sánchez, que murió en el lugar antes de ser asistido.
Tras el crimen, los familiares del joven asesinado incendiaron la casa de la mujer policía y los vehículos del transportista.
Conflicto
Hasta el momento la fiscal Luisa Pontecorvo, de la UFI Nº 3 de Moreno, tiene por acreditado que se trató de un conflicto económico entre la familia del fallecido y la del amenazado relacionado con el alquiler de colectivos.
El arma de fuego que tenía el mayor de los Sánchez, que fue incautada, es una pistola calibre .9 milímetros con municiones en su interior, apta para el disparo y cuyo portador no tenía autorización para su uso y portación. “A la luz de lo que se observa en las filmaciones el homicidio se dio en un contexto de pelea”, precisaron las fuentes consultadas.
Sosa quedó imputada por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, aunque no fue aprehendida. De igual modo el padre de la víctima quedó involucrado en una causa penal por portación ilegal de arma de fuego de guerra. (DIB) MM