Finalmente, en horas del mediodía se inició el juicio contra una mujer policía acusada de amenazar a un Gabriel Eiriz, un vecino de Pilar que había denunciado la realización de “fiestas clandestinas” en una quinta de La Lonja y que fue asesinado días después de la intimidación, en 2013.
El proceso se está llevando a cabo en los tribunales correccionales de San Isidro y tiene como acusada a la oficial de la Policía Federal Argentina (PFA) Fernanda Pérez Arguello. Hasta allí llegaron los familiares del hombre asesinado, así como Alicia Storani Domínguez, la dueña de la propiedad donde se desarrollaban las fiestas, quien se encuentra imputada en la causa que investiga el asesinato de Eiriz.
Según el relato de los familiares de la víctima, la mujer se presentó como testigo a favor de la acusada. Los familiares de Eiriz afirmaron que esperan una condena ejemplar para Pérez Arguello.
En una primera instancia, el juicio estaba programado para el 11 de febrero, aunque en dicha oportunidad fue pospuesto debido a la ausencia del abogado defensor de la acusada, que alegó estar enfermo. La causa fue instruída por la fiscal Cecilia Chaieb, de Pilar, quien será reemplazada en el debate por su colega, Carolina Carballido.
Amenazas
El juicio por amenazas a la policía es por ahora el único proceso que guarda relación con el hecho del que fue víctima Eiriz el 8 de octubre de 2013 en el patio de su casa del barrio Los Tilos, y que permanece impune sin que nunca haya sido identificado el o los autores del crimen.
Por tal motivo, sus familiares esperan que ahora comience a develarse la trama del asesinato, que creen que estuvo estrechamente vinculado a las denuncias que Gabriel había hecho contra los propietarios e inquilinos de viviendas vecinas a la suya, en las que -aseguraba- se hacían fiestas clandestinas, donde circulaba droga y se ejercía la prostitución.
Según la acusación, a la que tuvo acceso Télam, el 13 de septiembre de 2013 la mujer policía amenazó en reiteradas oportunidades a Eiriz porque éste había llamado varias veces a Storani Domínguez para reclamarle por las fiestas que allí se realizaban.
De la pesquisa surgió que esa propietaria a la que Eiriz llamaba no vivía allí sino que le alquilaba la quinta a un hombre, identificado como Ezequiel Salsamendi, que organizaba las fiestas. Eiriz había intentado reiteradamente comunicarse tanto con la dueña como con el inquilino y, en ese marco, apareció en escena la policía Argüello, prima de la propietaria de la casa señalada.
Siempre según la investigación, la dueña de la vivienda, cansada de los reclamos, le dijo a Argüello que mediara con el vecino aunque, en vez de poder llegar a un acuerdo, el hombre comenzó a recibir amenazas.
“Enfermo de mierda. Dejá de romperle las pelotas a mi prima porque vamos a ir a tu casa”; “no te olvides que trabajo en un juzgado. Que sé dónde vivís. Vas a terminal mal”, fueron algunas de las amenazas enviadas desde el celular de la policía al de Eiriz entre las 16.24 y 16.45 del 13 de septiembre de 2013, según consta el expediente.
Al día de hoy, tanto Salsamendi, como Storani Domínguez y Pérez Arguello están imputados en la causa por el asesinato, aunque aún no se pudo dar con los autores materiales.