En los últimos meses, el barrio San Alejo de Pilar, viene siendo blanco de los delincuentes (ver nota de página 11). El viernes a la mañana, sin ir más lejos, los vecinos atraparon a un ladrón que vieron salir de una vivienda cargando un microondas. Tras seguirlo, lo retuvieron, algunos lo golpearon y llamaron a la policía pero, a las pocas horas, el joven fue liberado porque la Justicia consideró que se trató de un hurto, delito excarcelable.
El hecho tuvo lugar cuando Silvana, dueña de la casa violentada, estaba trabajando. “Ya el jueves a la tarde estaba esperando a que saliera mi hija del colegio cuando me llamó una vecina preguntándome si estaba en mi casa. Le conté que no, y me dijo que la puerta de atrás estaba abierta, se fijó y comprobó que habían entrado”, reveló en diálogo con El Diario.
Al regresar a su casa pudo corroborar que le faltaba un televisor y una máquina de cortar pasto. También habían dejado una garrafa afuera, que no llegaron a llevarse. Tras bloquear la puerta con una heladera, Silvana fue al destacamento de Agustoni a radicar la denuncia y volvió a su casa.
Pero al día siguiente salió para trabajar y a media mañana, cerca de las 10, recibió otro llamado de una vecina. Nuevamente, habían entrado a robar. Fueron los mismos vecinos del barrio quienes vieron cómo el ladrón salía de la casa con un microondas. Sin dudarlo, comenzaron a seguirlo y pudieron atraparlo y retenerlo hasta que llegó un patrullero, que lo trasladó al destacamento.
“Fui con uno de los vecinos, testigo del robo, a la comisaría a hacer una nueva denuncia, contamos todo lo que pasó y les expliqué que el día anterior para llevarse la tele habían cortado el cable con un cuchillo. Me puse guantes para llevarles el cuchillo y que así pudieran ver si había sido el mismo pero me dijeron que con eso no podían hacer nada”, agregó la mujer.