La policía de Derqui busca a los agresores, que aún no están identificados.
La policía de Derqui busca a los agresores, que aún no están identificados.
Un hombre de 27 años se debate entre la vida y la muerte luego de recibir una profunda puñalada que le afectó el hígado y el bazo. El cruento suceso tuvo lugar en el barrio Toro de Presidente Derqui el último martes y, si bien hay una investigación en marcha, aún la policía no pudo dar con el o los atacantes.
Según voceros de la fuerza, todo comenzó cuando Martín Torres salió de su vivienda ubicada sobre la esquina de Perito Moreno y Río 1º con intención de recargar con crédito su celular. Eran las 12.30 y fue la última vez que su mujer lo vio con buena salud porque ya no retornó y una hora después fue hallado tirado en medio de la calle con una profusa hemorragia.
Es más, sólo una mujer se animó a auxiliarlo cargándolo en un automóvil hasta la sala sanitaria del barrio, y desde allí fue derivado al hospital municipal de Pilar para ser operado de urgencia.
Allí los cirujanos determinaron que los profundos cortes le habían interesado el hígado y el bazo. En consecuencia quedó en terapia intensiva y, según los profesionales, su estado es grave.
Desde entonces el personal de calle de la Comisaría 2ª comenzó una intensa investigación que podría llegar a buen puerto en poco tiempo más.
Pelea
Se sabe que Torres tuvo una fuerte discusión, hace casi una semana, con un muchacho y su padre mientras estaban en una fiesta.
No se conocen bien los motivos, pero sí que todo comenzó entre él y el padre de un joven apodado Jony. Primero hubo golpes de puño entre ambos hasta que el hijo buscó un cuchillo y le aplicó un corte en una mano.
El caso terminó allí, pero no sin las duras amenazas de venganza y muerte entre los contrincantes. Pasaron los días hasta que el martes Torres llegó a un almacén, compró algo y se disponía a continuar hasta la ciudad de Derqui.
Allí se produce un enigma que la policía no logra develar porque dos potenciales testigos optaron por decir no haber visto nada, y porque la víctima está inconsciente y no puede nombrar a sus agresores. Lo puntual es que Torres fue abordado por alguien que le aplicó entre una y dos puñaladas en el abdomen y vientre. Que luego caminó unos 20 metros y cayó en medio de una gran hemorragia para finalmente, pese a los varios peatones, ser auxiliado sólo por una mujer que oyó sus gritos: “No quiero morir”.
Pese a eso los investigadores obtuvieron una declaración bajo identidad reservada donde se asegura que antes de desmayarse el gravemente herido alcanzó a decir “me apuñalaron los paraguayos de la esquina”.
A partir de allí se colocó la lupa sobre dos posibles responsables: Jony, quien ya lo había cortado cuando Torres se peleó con su padre, y un tal Cocu que sería amigo del primero y que en el barrio está mal catalogado. Pero hay otro dato sugestivo: se sabe que Torres tenía buena relación con ambos hasta que surgió entre ellos un severo problema. Y ése es otro sector oscuro que la policía necesita aclarar.